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Que mi padre me perdone pero Jeon JungKook es una completa tentación para mí, su muslos y trasero siendo apretados por ese pantalón negro es una debilidad.
Me encuentro tan ensimismado en mis pensamientos que no logro pensar de manera correcta al tener a JungKook frente mío.
Golpes en la puerta se escuchan, justo cuando tengo a JungKook cerca mío, maldigo al que esté afuera.

—Buenos días jóvenes— dijo el señor Jeon al entrar —vengo a dejarles la otra parte del trabajo que tendrás que hacer.

—¿Eso es todo?— le preguntó JungKook a su padre.

—Sí, espero que la estén pasando bien. Cualquier cosa me la hacen saber— este señor es muy amable pero mi padre me ha pedido algo y no lo defraudaré.

El padre de JungKook sale de la oficina dejándonos en un incómodo silencio entre los dos. Tomo las hojas de las manos de JungKook y me siento en la silla para luego arrastrarme hacia el escritorio contrario.

—¿Qué haremos?— preguntó JungKook mientras coloca su bonito trasero en la silla quedando frente mío.

—Vamos a empezar a trabajar, a eso vinimos ¿no?— Aunque si fuese otro tipo de trabajo que implique sudar, yo estaría encantando.

...

Llega el mediodía así que los dos decidimos salir de la empresa para comer algo decente y no en la cafetería de aquí. A pesar que mi estómago está vacío literalmente por lo de ésta madrugada, no tengo hambre sino sed.
Sin mi auto empiezo a caminar por las calles buscando alguna tienda para comprar algunos jugos.

Salí de la zona empresarial y fue justo donde encontré diversas tiendas, camino hasta la más cercana, donde al entrar quedo hipnotizado por las frituras BBQ que tanto me encantan; mi estómago no pide comida pero sin embargo las compraré. Tomo un paquete grande y luego me dirijo a las neveras de donde saco una «CocaCola» y un jugo de mango. En la caja listo para pagar lo correspondiente me antojo de unas gomas de osos Grizzlies.

—Son veinte con cincuentena— dijo el simpático cajero. Le doy el dinero pero a estar a punto me ánima con unas simples palabras.

...

En el ascensor voy pensando en qué comer primero, todo es delicioso pero no puedo comerme todo de un solo bocado. Salgo y camino por el silencioso pasillo hasta la oficina; abro la puerta y JiMin no ha llegado, camino hasta mi silla y me siento dejando la bolsa sobre la mesa, me acomodo para sacar todo de allí dentro. Lo primero que hago es tomar la «CocaCola» entre mis manos y darle un buen sorbo.

La puerta se abre, sobre la botella veo a JiMin llegar tan guapo como siempre, su mirada se va hacia mí y se sorprende al ver lo que he traído pero no dice nada, solamente se sienta a un lado mío ya que juntamos los escritorios para trabajar más.

—JungKook ya no hay más, hay que entenderlo— dijo JiMin después de un rato al verme comer las migajas de la bolsa de papas.

Se escucha la voz de mi padre tras la puerta, actuando rápido abro uno de los cajones dejando caer toda la comida dentro, mi padre no se puede enterar que estoy comiendo de esta manera; a pesar que no voy a la agencia tan constante, he de mantener mi figura.

—Aquí los vengo a molestar de nuevo—dijo mi padre al entrar pero con alguien detrás — les vengo a presentar a su secretaria de ahora en adelante, cualquier cosa se lo piden a ella.— Quise estar en mi modo pacifista pero al verla con su vestido crema corto, ajustado y con un escote mis ganas de ser su amigo se esfumaron.

Su mano se estrecha con la mía pero no duran ni cinco segundos juntas, que vaya con JiMin que él si está interesado, mi día se acaba de arruinar completamente.

Adult Ceremony (Jikook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora