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Cepillando mis dientes y lavando mi rostro, bajo a la cocina para servir un poco de jugo para tomar. Me siento en la silla para encender el teléfono; 10 llamadas pérdidas de mi padre me reciben. Decido llamarlo pero después de tres tonos decido alistarme para ir allá.
Tomo de un solo sorbo el jugo, voy a la habitación para sacar una sudadera, de nuevo bajo y me subo al auto.

Con mis lentes de sol bajo del auto en el estacionamiento al llegar, me llevo el cabello hacia atrás y subo del ascensor hasta el piso donde se encuentra su oficina.

—Buenos días joven Park JiMin— me saludó la secretaria de mi padre.

—¿Está mi padre?— aprovecho para subir mis lentes y darle una mirada coqueta.

—De hecho está esperándolo.

Camino hacia la oficina, coloco mi mano en el  pomo de la puerta pero antes de poder abrirla alguien lo hace por mí; ahí está mi padre con cara de pocos amigos y tragos encima.

—Hasta que por fin hijo de puta— no me sorprende que me trate así cuando está borracho.

—¿Por qué no has venido?—me preguntó mientras se acerca —responde maldito vago— sus palabras las acompañan un golpe en mi mejilla.

—Porque quise— sé que odia que le responda así por eso me gano otro golpe. Me levanta del sillón para arrinconarme contra la pared y golpearme aún más, no puedo hacer nada contra su furia.

Con mi nariz rota me deja en el suelo débil, se aleja y se sirve otro trago. Miro el techo, dejo salir un suspiro, como puedo me repongo para luego levantarme.

—Necesito que mates a alguien— soltó sin más.

—¿A quién?

—Uno de mis trabajadores te lo llevará en la madrugada a tu casa.

Sin decir más salgo de aquel horrible lugar, no me importa llamar la atención de alguien porque nadie puede entrometerse sino les puede ir bastante mal.

...

—¿Aló?

—Oh, hola padre.

—Okey entonces mañana a primera hora estoy allá.

—Lo mismo adiós.

Solo con decirme que tenía una urgencia en la empresa me atormentó mi adorado sueño. Con un bostezo y frotando mi ojos derecho voy hasta la cocina para preparar un gran desayuno. Esto de ser modelo implica tener dietas y yo con este apetito que tengo me es complicado.

Con ganas de un día de Netflix me siento en el sillón con mi enorme desayuno en frente.
Desido retomar la primera temporada de America Horror story; es una serie bastante buena pero a veces me perturba por los personajes, además no creo que en una situación de aquéllas soportaría mucho.

...

Al terminar dos temporadas de la serie subo a mi habitación por una manta para volver de nuevo y acostarme en el gran sillón.
En medio de las penumbras me pongo a pesar que sería genial que alguien me quisiese de verdad, no por el dinero ni por el buen sexo sino por mis cualidades, quisiera llenar el vacío de esta casa y de mi corazón.
Como esta noche lo hago siempre, me pongo a reflexionar y se me vienen a la mente las palabras de mi madre: «el dinero no lo compra todo.»

Todos me ven como una persona feliz pero en realidad no lo soy. Pido lo mismo siempre; que alguien llene esta solitaria casa, que me espere con los brazos abiertos cuando llegue del trabajo, que diga cariño. Sin embargo cada vez pierdo más las esperanzas de encontrar algo así.

Adult Ceremony (Jikook) Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin