43| Te necesito

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43| TE NECESITO

Aubrey Henderson

Sus labios son dulces, funcionan como la cereza en almíbar, mientras más la pruebas, más la quieres. Pero en estos segundos no disfruto sus labios con quietud, los devoro con desesperación. Como si tuviera un reloj de arena que me indica que el tiempo se termina. Dejo en ellos la marca de mi abatimiento, y es obvio que él lo nota.

Drake se separa como si se tratara de una ilusión, un leve quejido sale de mis labios. Los mismos que me escuecen por la intensidad con la que lo he besado.

Me mira, serio, en un intento de comprender lo que he hecho. Y al entenderlo, su sonrisa aparece. Pero no es de esas que se ríen de un acto, es de aquellas que expresan agradecimiento. Sus dedos temblorosos me recorren desde la garganta hasta llegar a los costados de mi rostro. Sus pobladas cejas se fruncen y sus ojos se nublan por las lágrimas sin derramar. Respira hondo, cierra sus ojos y al mismo tiempo aprieta mi cuerpo contra su pecho.

Me abraza con intensidad, y yo lo hago por igual.

Un instante dura el pedir perdón, una eternidad el acumular resentimiento.

-No es demasiado tarde para pedir perdón, ¿eh? -señala con la voz afligida.

-No debería perdonarte -musito contra su pecho.

-Entonces, no lo hagas -suspira en derrota.

Sus manos caen a los lados, me suelta de su prisión. Me está dando la oportunidad de elegir. El gran señor controlador Smirnov se cae a pedazos en mi delante, ignorando todo lo que nos rodea. Con mis manos temblorosas tomo sus mejillas y me permito ser sincera.

-Ese es exactamente el problema, no puedo. -Mi alma flaquea y descanso mi frente en la de él. De él me duelen muchas cosas, pero sé que de la misma forma en que me infringió dolor, su amor puede levantarme de las sombras en las que he permanecido durante años-. Todavía no es tarde para nosotros.

-No, no lo es -Vuelve a tomarme entre sus brazos. Su corazón palpita con rapidez y su respiración es agitada-. Soñé con este día, tenerte entre mis brazos, ambos con la disposición de olvidar cada una de nuestras fallas y seguir adelante, apoyándonos unos a otros. Déjame demostrarte no con palabras, sino con actos lo que siento hacia a ti. Será diferente, seré sincero contigo en todos los sentidos, y te prometo que no te mentiré

Sus ojos se fijan en los míos como si me suplicaran que le crea. Sus dedos acarician mi frente de la misma manera en que lo hacía cuando éramos pequeños, en las situaciones en las que me lastimaba jugando con él.

-Una última vez -menciono, alzando la mandíbula y aprieto mis labios para silenciar mi risa de su expresión preocupada.

En seguida se relaja, camina unos metros y toma una bicicleta. Le sigo.

-Qué esperas -sonríe de lado, mostrándome el tuvo para que me siente sobre él.

-Oh, no. Definitivamente no me subiré a eso -digo tajante.

Sabía que a Drake se le ocurriría algo loco, pero, ¿esto? Estamos en la colina de la montaña con una pendiente inclinada, ya he pasado por muchos accidentes, incluso creo que ya estoy con bastantes traumas.

No sé con qué cara de pánico lo veo, que su expresión pasa a seria. Me toma del brazo y su poso su rostro muy cerca del mío.

-Esta vez no te dejaré caer, confía en mí.

-Pero si los frenos fallan... y si... -empiezo a quejarme.

-Lo tengo controlado.

Recoge un casco del suelo. Pasa su dedo pulgar por mis cejas para planchar las arrugas que formo por la incertidumbre. Luego, con cuidado me pone el casco. Saca de sus pantalones unas rodilleras y también me las coloca.

Azul DestructivoWhere stories live. Discover now