35| Miedos ocultos

464 45 3
                                    

35| MIEDOS OCULTOS [♥]

Aubrey Henderson

A la mañana siguiente mi mal humor aparece puesto que unas manos delgadas no dejan de sacudirme con dureza. Un cabello infestado en perfume me obstaculiza la respiración. Abro los ojos y aparto con suavidad a quién quiera que sea para indicarle que ya he despertado. Me restriego los ojos y bostezo. Me tenso al encontrarme cara a cara con la bruja de Iris y a su lado Gylk, esta última ve al exterior por la pequeña ventana, ajena a nuestra confrontación personal.

—¿Qué quieren? —menciono, sin controlar mis modales, no puedo ser cortés con Iris y eso me obliga que también me muestre así con Gylk. Son las seis de la mañana, el silencio del lugar me hace suponer que los demás siguen dormidos.

Iris se aparta el cabello para cruzarse de brazos y exterminarme con sus ojos verdes. Sus cejas se fruncen mientras fuerza su visión en mí para intimidarme. Analiza el vendaje de mi mano y presiona sus labios con enfado.

—Drake te ha llamado —comenta, molesta. Tomo un respiro para evitar el malestar estomacal al mezclar sus dos nombres: Iris y Drake; en una misma ecuación. Luego de lo que ha pasado anoche, no la quiero cerca de él—. Te daremos el tiempo para que te cambies, te vemos en la orilla del lago —advierte sin esperar contestación. Gira sobre sus talones y arrastra a Gylk del brazo para que la siga.

Gylk abre la boca, pero Iris la mira mal y ella automáticamente se calla. Están muy raras.

Drake dijo que hablaría conmigo en la tarde, ¿cambió de opinión? Con esa idea me apresuro a levantarme y a vestirme con rapidez. Me visto con unos jeans de color negro con una blusa de tiras que combina colores cálidos. Tomo el par de zapatillas y voy al baño para terminar con mi labor.

Al terminar, salgo por la cabaña, asegurándome que las puertas queden debidamente cerradas. Sigo el mismo camino de ayer y en la orilla hay una hermosa lancha esperándome. Iris está sentada en un extremo de esta, con los brazos extendidos al borde. Dibuja una sonrisa cuando se percata que he llegado, plancha con las palmas de sus manos el vestido que le llega hasta las rodillas y chasquea la lengua para explicar el motivo de tenerme delante.

—Drake organizó una pequeña actividad al otro lado. —Señala un pedazo de terreno, cruzando el lago. Por los árboles que lo cubren no puedo divisar si los demás están allá—. Y bueno, es mi obligación llevarte. —Pone los ojos en blanco—. No quiero que arruines todo lo que Drake se esmera en hacer para que nuestro viaje sea perfecto. —Levanta una ceja, preparándose para una pelea.

No evito devolver su comentario insultante con otro igual de ofensivo.

—¿Te refieres al mismo esmero que haces tú por mantenerlo a tu lado? —Le devuelvo la misma sonrisa que antes me mostró. Alza el mentón e ignora mi acotación.

—Todos debemos estar presentes y no es justo que tengamos que esperar que todo comience porque tú sigues durmiendo —me recrimina alzando la voz.

Odio cuando las personas hacen algo en contra de lo que quieren por quedar bien con otra, no me gusta que utilice su "buen gesto" al participar como voluntaria de llevarme al otro lado para enganchar más a Drake. Cansada de esos juegos baratos, expongo mis deducciones.

—Basta, seamos sinceras, ambas nos odiamos —puntualizo, más serena—, no es que estás molesta porque la actividad de Drake se retrasó, lo estás porque tiene que ver conmigo.

Azul DestructivoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang