capítulo 26

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POV Liam

Scott y yo fuímos corriendo dónde Leyla nos dijo, encontrándonos a Malia tirada en el suelo.

— Sus pulsaciones son muy bajas —advirtió Scott, cogiéndo su teléfono— voy a llamar a Deaton.

Scott se alejó un poco para avisar a Deaton y que el hombre viniese a ayudarlos, ya que Scott iba en moto y yo todavía no tenía licéncia para conducir. No sé si creer que Leyla hiciese esto. Leyla no es así. Yo no me enamoraría de alguien que hace esto.

— Liam, no es Leyla la que está haciendo esto, tú lo sabes —dijo Scott— Su tío está convirtiéndola en algo que no es.

— No puedo enamorarme de alguien así Scott, ella no cambiará —dije— Dasio tiene el control.

— ¿Te vas a rendir? ¿Así de fácil? —dijo Scott con tono acusador— ¡A ella también le gustas, Liam, por eso tú eres la ayuda que necesitamos!

Scott se quedó mirándome, esperando alguna reacción: — La manada te necesita, Leyla te necesita —miré al suelo— Solo imagínate a Leyla besando a Rahul.

Que asco. Fue lo último que necesité escuchar para saber que no iba a rendirme, que no podía rendirme. Me gustaba Leyla, me gustaba mucho, y tenía que hacerla volver.

Scott y yo esperamos a que Deaton llegaste en su coche, subímos a Malia y nos subimos nosotros también, yo atrás con Malia apoyada en mi regazo y Scott de copiloto.

— ¿Qué le pasó? —dijo Deaton.

— Fue Leyla —contestó Scott— Llamó a Liam en mitad de clase, pelearon al parecer.

— Nuestro plan no salió del todo bien entonces... —Deaton me miró por el retrovisor, tranquilo— Es tu turno, Liam.

Suspiró cansado mientras que miro la cara de Malia, más pálida de lo normal. Me concentro en sus latidos, dios, son realmente débiles.

Llegámos a la clínica veterinaria y entre Scott y yo dejamos a Malia encima de la mesa de metal, solo nos quedaba dejar que Deaton hiciese de las suyas para averiguar si esta bien o no. Deaton se movía alrededor de la chica, pinchando y tomando la presión, pinchando, pinchando... ¿para qué tantos pinchazos?

Habían pasado como veinte minutos, y mi nivel de estrés sobrepasaba lo sobrepasable.

— Deaton, si Malia llega a enterar de que le has pinchado nueve veces en nueve sitios diferentes de su cuerpo, es muy probable que te arranque el cuello —dije molesto.

El hombre levantó la cabeza hacía nosotros.

— Scott, llama a tu madre, esta chica no responde a los tratamientos.

— ¿Cómo puede ser eso? —preguntó Scott.

— Yo tengo un tipo de acelerante para despertar a los perros cuando siguen respirando pero no despiertan, son cosas no muy legales pero... fucionan —dijo— Le he puesto seis veces el acelerante, y las otras tres veces que le he sacado sangre para ver si había un resto de este, ya no había.

— ¿Qué quieres decir? —pregunté ahora yo, temiéndome lo peor.

— Que esto tiene que llevarlo en manos un médico, Malia está en coma —dijo Deaton, mientras Scott hablaba con su madre para avisarle de que llevaríamos allí a la chica.


🐺


Estábamos todos reunidos en casa de Lydia, desde luego la noticia le había pegado fuerte a todos. Nadie se esperaba que la chica coyote, una de las más fuertes del grupo, fuera a estar en coma. Malia ya estaba ingresada en el hospital, y decidimos llamar a todos para encontrarnos en algún sitio para hablar. Debíamos hacer algo, Leyla no puede seguir así.

— Mi madre dijo que Malia está en coma porque parece que le ha caído un rayo en la cabeza —dijo Scott— Pienso que mientras peleaban, Leyla le lanzaría uno de sus rayos y la dejó allí.

— Pero Leyla llamó a Liam cuando eso pasó, ¿no? —dijo Stiles— Eso es que todavía le queda un poco de humanidad dentro de ella.

— Y que Liam le confunde también.

— Vale, entonces, a Leyla le gusta Liam, ¿no? Bueno, pues si todavía queda un recuerdo de él en su memoria —dijo Theo— ¿por qué no le pides una cita?

— Llamaría mucho la atención —dijo Mason, levantándose de la silla— Pero es una buena idea.

Yo miraba a todos, de una punta a otra de la sala, todos dando ideas para que yo trajera a Leyla aquí. Tenía la presión en todos los lados. Pero, ¿qué no hacer por ella? Quiero que vuelva la otra Leyla, que volvamos a hablar como antes, a estar como antes, y así no dudar ni un momento más y besarla. Desde que sé que me gusta, no he tenido ningún roce con ella que pudiese haber llegado a un beso, pero porque yo no me acercaba tanto al creer que yo no le gustaba. Pensaba que podía arruinar nuestra amistad. Pero ahora no pienso dejarlo escapar, cuando vuelva a ser ella, voy a besarla, voy a decirle lo que siento. Quiero estar con ella para el resto de mis días.

— ¿Liam? —chasqueó los dedos Stiles delante de mi cara— Deja de imaginarte a Leyla desnuda y presta un poco de atención.

— ¿Qué pasa? —pregunté, y noté que me había sonrojado un poco, ¡pero por qué, si no estaba pensando en ella de esa forma! Aunque si me paro a pensar...

— ¡Liam! —gritó Lydia— Vas a ir a Leyla, vas a decirle si te puede ayudar con un trabajo de literatura, iréis a los bancos del recreo y nosotros le daremos un palazo en la cabeza para dejarla inconsciente.

Parpadeé repetidamente.

— ¿Lo harás tu? —pregunté mirando a Lydia sorprendido.

— ¿Yo? —río— Claro que lo haré yo, de aquí nadie es suficiente valiente para darle un palazo a Leyla.

Todos se quejaron sobre el comentario de Lydia. Pero todos se callaron cuando Lydia gritó "silencio". Ella se quedó mirando un punto fijo de la sala, moviendo de vez en cuando los ojos hacía algún lado distinto.

— Es Diel —dijo por fin— Liam, vamos a tener que hacer el plan lo más rápido posible, dios mío... —Lydia se sentó al lado mío— Hay que hacerlo mañana —Lydia levantó la mirada del suelo— Diel le ha escuchado decir a Dasio que el plan contra el Cielo se va a poner en marcha en una semana. Hay que traer a Leyla de vuelta, o la perderemos para siempre.

— Pues que no se hable más —dijo Scott, mirándonos a todos— Mañana acabaremos con esto.

Espero que la suerte esté de nuestro lado.


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Lo sé, capítulo de caquita. Pero es que el próximo capítulo va a ser brutal. Tengo que deciros que no quedan muchos capítulos para acabar la novela, y estoy pensando seriamente en hacer una segunda parte o no 🤔

¡Nos vemos pronto!

ángel caído » liam dunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora