capítulo 5

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Estabamos de camino a casa de Lydia, a la cual todavía no conocía, y en la cual dicen que me van a encadenar para que no mate a nadie esta noche.

— ¿Y quiénes habrán en esa casa? Digo, ósea —intento explicarme— no quiero convertirme en un monstruo delante de la gente.

— Leyla, nosotros no somos monstruos, ¿entiendes? —dijo Scott, intentando tranquilizarme— Somos... sobrenaturales.

No sé en que momento empecé a ponerme nerviosa, porque la luna todavía no había salido. Pero, sin embargo, sentía algo en mi interior que me quemaba. Y no podía ocultarlo.

Puse rápidamente mi mano en la tripa, intentando, de alguna manera, calmar el quemazón. Pero no funcionaba, y eso comenzaba a agobiarme.

— ¿Estás bien? —preguntó Stiles, quién me miraba desde el retrovisor.

— Si... solo, dios... —apreté fuerte mi tripa— me quema mucho.

— Tranquila, eso es lo que se siente cuando, bueno...-

— Cuando estás a punto de perder el control y querrás matarnos a todos. —acabó la frase Liam por Scott.

No tardamos mucho más en llegar a casa de Lydia, y lo agradecí. Serían alrededor de las seis y media de la tarde, y yo empezaba a sentirme extrañamente mal. Muy, muy mal.

Liam me ayudó a bajar del coche, ya que no sé en qué momento empecé a marearme.

— Tranquila, todo va a ir bien, vamos a estar contigo, —susurró Liam— te lo prometo.

Sonreí inconscientemente e intenté hacer más esfuerzo en andar.

Entramos en la casa, la cual era gigante, y dentro nos esperaba una chica de pelo anaranjado, quién me miraba con una ceja arqueada.

— ¿Qué es? ¿Mujer lobo, coyote? ¿Otra kitsune? —preguntó la chica.

— Ella es un ángel caído, según el bestiario. Y es su primera luna llena, no sabemos qué puede pasar.

La chica asintió y empezamos a caminar hacía fuera, dónde había un tipo de caseta que estaba junto al bosque y un lago.

Scott me guió hacía un poste, me senté, y me encadenó a este. Me sentía bastante incómoda, parecía algo raro. Como si estuvieran raptándome.

De repente, en la caseta, aparecieron una chica y otro chico de piel oscura.

— Oye, ¿no estaréis intentando raptarme? —pregunté— Digo, no sé si acabar de creerme yo mucho el tema de los seres sobrenaturales.

— Yo se lo demuestro enseguida —dijo la chica que acababa de entrar, que se puso en cuclillas frente a mi, e hizo brillar sus ojos de un color azul muy potente.

Intenté acercarme más a mirarlos, pero la chica se apartó.

— ¿Cómo has hecho eso? ¡Ha sido impresionante! —exclamé, mientras la misma chica me miraba extrañada, y los otros como si estuviera loca.

Menos Liam, él se reía. Y eso me tranquilizaba.


🐺



Ya eran casi las doce de la noche, y yo cada vez me sentía peor. Estaba tiritando, no sabía de qué postura poner mi cuerpo para que estuviera cómoda, simplemente no sé si me estaba entrando un ataque de nervios o, realmente, era la Luna Llena la que empezaba a hacer efecto sobre mi.

— Hey, ¿te encuentras bien? —dijo Liam, el cuál en algún momento se había sentado a mi lado. Asentí— No lo pareces.

No tenía fuerzas para hablar, solo podía moverme de un lado a otro buscando la posición cómoda.

ángel caído » liam dunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora