capítulo 16

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Estaba en mi cama mirando al techo. Parecía que las cosas se habían relajado, pero los últimos días han sido... caóticos. Mi tío al parecer no se va a dar por vencido, creo que estoy haciéndole daño a todo el mundo, y por si fuera poco, Liam había dejado claro que somos "mejores amigos". Otra vez, sí. Si Deaton tuviese razón y a Liam le gustase, dios, es una manera asquerosa de demostrarlo.

Acababa de tener una pesadilla, y no quería llamarle para que viniese, ya que eso solo iba a hacer que me confundiera más.

Después de estar unos 20 minutos dando vueltas sobre mi misma, decidí que necesitaba dormir con alguien, ya que cada vez que abría los ojos tenía miedo de encontrarme con alguien que quiera hacerme daño.

Mi primera idea fue llamar a Stiles, pero no es hora de que toquen a la puerta, ya que Stiles dudo que sea capaz de trepar un árbol. Luego fue Melissa, pero no quiero descontrolarme a mitad de un sueño y causarle algún daño, así que al final, la opción más sensata es ir con Scott.

Me levanté dudosa de la cama. Tenía miedo de que alguien me cogiera de los tobillos y estirara de mí. Salí a paso despacio hacía el pasillo, pero una silueta al final de este me hizo parar en seco. Intenté ver si se trataba de Scott o Melissa, pero no, no era ninguno de los dos. Tenía el pelo largo. Era una chica.

Tragué en seco, entre asustada y preparada para pelear.

— ¿Quién eres? —dije firme.

Intenté localizar el interruptor para encender la luz, pero ahora mismo estaba tan nerviosa que no sabía encontrarlo.

La silueta alzó su brazo, y con el dedo índice me señaló a mi, o a algo detrás de mi. Así que, cuando me aseguré de que no era nada detrás de mi girándome, y luego volviendo a mi posición inicial, la silueta ya estaba frente a mi.

Puso sus dos manos encima de mis hombros, y apunto de atacar, pude observar que se trataba de Lydia.

— ¿Lydia? —pregunté— ¿Estás bien?

Vi como abría la boca, pero no me esperaba para nada lo que vendría después de eso.

— ¡Leyla estás en peligro! —empezó a gritar tan fuerte que pensaba que en cualquier momento me estallarían los oídos— ¡Te están buscando!

Scott y Melissa salieron sincronizadamente corriendo de sus habitaciones. Scott fue a coger a Lydia mientras Melissa me alejaba un poco de ellos, atrayéndome hacía su cuerpo de forma protectora.

— ¡Te están buscando, te están buscando! ¡Van a por ti! —seguía gritando.

Empecé a asustarme, Lydia empezó a mover la cabeza frenéticamente mientras seguía gritando. No sabía que significaba eso. ¿Iba a morir?

— ¡Diel que está pasando! —dije en busca de mi consejero y amigo.

Lydia ha visto algo —dijo, apareciendo a mi lado— Nos está advirtiendo de algo.

— ¿De qué? ¿De que voy a morir?

No... no, no es señal de muerte. Yo creo que es algo como-

Lydia gritó. Gritó tanto que sentí como mis oídos sangraban, como mi nariz sangraba. Eso no era buena señal, las banshee solo gritan cuando alguien va a morir. Y dado que me ha estado gritando casi por cinco minutos que alguien me estaba buscando, puedo suponer que la que va a morir soy yo.

Bajar del cielo para volver a subir porque alguien vata a matarme, que irónico.

Todo el pasillo quedó en silencio cuando Lydia calló. Ella tardó más de diez segundos en reaccionar de lo que estaba pasando y de dónde estaba. Me miró fijamente a mi después de darse cuenta de todo.

ángel caído » liam dunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora