Capitulo 39.

20 4 2
                                    

           

Matt.

No sabía cómo coño había podido hacer algo así, era la persona más gilipollas del mundo. Había perdido a Alison, había perdido a la chica que más quería, había perdido todo lo que habíamos construido juntos, todo por ser un gilipollas.

La cabeza no paraba de darme vueltas, estaba sentado en la cama, intentando recordar todo lo que había pasado, intentando asimilarlo.

Yo amaba a Alison, sabía que estaba enamorado de ella, y me odiaba en estos momentos.

No tenía que haberme marchado, no tenía que haber ido a ese puñetero bar, no tenía que haber llamado a la zorra de Kelsey. No, no y no. Por culpa de mi estupidez había acabado esto que tenía con Alison. Por culpa de mi estupidez acababa de romper con lo único bueno que había en  mi vida. Tenía que hacer algo, tenía que remediar esto que había hecho. Mañana se iba, mañana volvía a su vida, a su casa, con su familia.

No paraba de pensar que hacer para que ella no se fuera, no me dejara como lo había hecho todo el mundo al que amaba, acababa de perder a mi madre y ahora también la perdía a ella.

Me tumbé en la cama, mientras no paraba de darle vueltas a todo. Todo lo que había hecho, todos los momentos con ella, me vinieron a la cabeza imágenes del tiempo que ella había estado conmigo, de cómo me comporté con ella al principio, de cómo me di cuenta de que la amaba, que no podía vivir sin esos ojos, sin esa sonrisa que me enamoraba cada día. Recordé como me sentía cada vez que ella me miraba, con esa mirada triste que tenía cuando la traje a casa, de cómo poco a poco, ella fue cambiando esa dura expresión en una mirada brillante y emocionada. En como quería a mi madre, y como mi madre la adoraba a ella. Todos esos recuerdos me rondaban la cabeza, y unas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

En esos momentos empecé a comprender por qué ella no me había contado lo de mi madre. Porque ella no me había dicho que mi madre no era mi madre, yo tampoco lo habría hecho en su situación, no si acababa de enterrar a su madre esa misma mañana, y yo sin embargo, en vez de entenderla, metí la pata hasta el fondo.

Poco a poco todos esos pensamientos fueron nublando mi mente, y me fui quedando ligeramente dormido.

Alison.

Las lágrimas fueron dejando de caer, me fui relajando, pero aun no podía creer que Matt, el chico del que estaba tan enamorada, hubiera actuado así, teníamos que haber hablado, me tenía que haber dejado explicarme, no pirarse y enrollarse con una rubia de plástico. Había traicionado mi confianza, y aunque lo viera mal, no podía perdonarle, yo había dejado todo por él, había discutido con mi padre, había dejado mi familia, mi vida, todo, y él me lo paga así, había vuelto por él, le había prometido que íbamos a pasar esto juntos, yo también quería muchísimo a Amber, y dios sabe lo mucho que me había dolido su perdida, yo tenía que hablar con él, tenía que contarle todo lo que me había confiado su madre, pero no podía, era incapaz después de esto.

Una leve sonrisa se escapó de mis labios al recordar el puñetazo que le había propinado a Kelsey pero se cortó al instante, al recordar el porqué de esa agresión.

Tuve que obligarme a dormir, ya que en pocas horas me despedía para siempre de esta casa, me despediría para siempre de Matt, para siempre de todo.

Cuidado con lo que eliges.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora