Capitulo 32.

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Alison.

Cuando papá salió de la habitación, me puse de pie y comencé a andar, pero él me detuvo.

-Alison, háblale despacio, y si ves que empieza a ponerse muy nerviosa llámame, ¿de acuerdo?

-Si papá. ¿Pero por que iba a ponerse nerviosa?

-Tu solo has lo que te digo, ahora pasa, estarás deseando de verla.

Seguí mi camino haciendo caso a mi padre, pero no terminaba de entender porque iba a ponerse nerviosa mi madre. Aun así, iría con cuidado.

Cuando entré en el cuarto de mi madre, la imagen que vi me sorprendió, estaba incorporada ligeramente en la cama, y miraba fijamente hacia donde estaba yo, estaba acostumbrada a verla tumbada, dormida. Sus ojos se abrieron más de lo normal y esbozó una pequeña sonrisa al mismo tiempo que una lágrima caía por sus mejillas según me iba acercando a ella.

Me senté en mi lugar habitual, el sillón que estaba justo al lado de su cama. La sonreí y la tomé de la mano.

-Hola mamá...-Unas pequeñas lagrimas salían de mis ojos.

-Al, estas aquí...

-Si mamá, estoy aquí, contigo. –La abracé, pero fue un abrazo flojo, no quería apretarle mucho, por si le incomodaba o le hacía daño. Ella levantó un brazo y me rodeó la espalda. Era su manera de corresponder a mi abrazo. Me separé de ella con lágrimas corriendo por mis mejillas.

-¿Po-por qu-ue te fuiste?- Su voz se iba rompiendo poco a poco a causa de la llantina. Yo negué con la cabeza.

-Mami, ya habrá tiempo de hablarlo ¿vale? Ahora tienes que ponerte bien. –Ella asintió con una pequeña sonrisa.

-Cuéntame Alison, cuéntame cosas. Lo que sea, he echado de menos tu voz. –Pronunció las palabras lentamente, como si aún le costara hablar.

Yo hice lo que me dijo, le conté tonterías, le dije que iría a clases en verano, pero le prometí que me lo sacaría todo. También le conté que Sam y Anna habían estado todos los días aquí para visitarla. Cuando le dije que Jack tenia novia se sorprendió mucho, pero me entendió cuando le dije que él y yo no habríamos llegado a ningún sitio juntos. Ella únicamente asentía y a veces pronunciaba algunas palabras. Pero yo hablaba tanto que era imposible que ella pudiera emitir palabra. Tenía tantas ganas de hablar con ella que no me di cuenta de que se había pasado toda la tarde, hasta que oí unos golpes en la puerta. Era la enfermera para hacerle unas pruebas a mamá. Yo salí para dejarlas solas. Estaba realmente feliz.

Llamé a Matt unas cuatro veces para informarle de todo, de que por fin mamá se había recuperado. Pero mi sorpresa fue que no me contestó al teléfono ninguna de las cuatro veces. Algunos pensamientos horribles pasaron por mi mente, pensé en Amber. En que tal vez le había ocurrido algo, pero sabía que si algo pasaba él me llamaría. Descarté todos los malos pensamientos y me quede únicamente con que no se habia llevado el móvil y que cuando viera mis llamadas contestaría.

Mamá fue evolucionando cada día mas, habían pasado dos semanas desde que habia despertado. Todos los análisis que le hicieron salieron geniales. Y el medico nos habia dicho que en un mes le darían el alta, aún tenían que seguir observando para ver si estaba completamente bien. Estar en coma más de un mes no era nada bueno. Querían saber que tal estaba tanto física como psicológicamente. Cuando el psicólogo habló con ella la primera vez, ella solamente le explico que yo habia desaparecido y era lo que peor la tenía. El cuándo me lo contó, me aconsejó que esperara un tiempo para contarle mis motivos. Y así haría.

Por otro lado ella y yo cada vez hablábamos más. Ella me hacía preguntas y yo las contestaba alegremente. Le hablé de Matt, y se alegró muchísimo cuando le conté que estaba realmente enamorada, también le hablé sobre Amber y lo mucho que la quería.

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