~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)

Capítulo 58: "Odaxelgania."

Sadako estaba decidida a abrir la puerta y si era necesario, noquear a quien fuera que estuviese escudriñando en su habitación. Su corazón latía lento resonando en las cienes de su cabeza, mientras que podía sentir su pulso también vibrando en sus muñecas. Tomó la perilla, tragó saliva y de un solo golpe abrió la puerta hasta atrás.

—¿Suzu-chan...? — Sadako se encogió de hombros tras ver al albino desnudo sobre las sábanas. Su cabello estaba alborotado mientras refregaba su rostro con la palma de su mano izquierda y encorvaba su espalda hacia adentro desperezándose.

—Koneko-chan... no te sentí llegar y me despertaste con la música. — bostezó el peliblanco con los ojos cerrados.

—¿Po-por qué estás desnudo? — la pelinegra no pudo evitar morder su falange media del dedo índice. Se había puesto algo nerviosa puesto que llevaba un tiempo sin intimar con aquel pálido joven. La hermosura de él era innegable e incuestionable pero había tenido prohibido tener relaciones por orden post operatoria. Cuando el tiempo indicado había llegado a su fin, sólo estaba llegando a dormir sin tener tiempo para nada.

— Porque hacía calor. — contestó haciendo un puchero aún con los ojos cerrados.

—¿No deberías estar en el trabajo a esta hora? — preguntó ella alzando una ceja.

—Hoy salí temprano. Y como tú llegas tarde todos los días sólo me acosté. Koneko-chaaaaan, odio esto. Quiero atención, te extraño. — dijo adormilado a punto de hacer una pataleta.

—L-lo siento, pero sólo será por esta próxima semana y volverá todo a la normalidad. Lo prometo... — se excusó la pelinegra con una cálida sonrisa.

Juuzou se tiró de espaldas y estiró los brazos en el aire dándole a entender a la chica que se acostara junto a él para abrazarlo. Ella hizo caso acercándose y tendiendo su cuerpo sobre la cama, lo abrazó y apoyó la cabeza sobre su pecho. El cuerpo del albino estaba cálido y aparte de ser muy suave emitía un agradable y dulce aroma.

—Pensé que si vivíamos juntos pasaríamos más tiempo a solas, no menos. Eso no es justo... —susurró el chico con los ojos cerrados mientras acariciaba los cabellos de Sadako.

—Yo también te extraño, ¿sabes? —la joven irguió su cabeza para besar la mejilla del chico.

Juuzou no se iba a conformar con tan sólo un beso de mejilla, por lo cuál de forma brusca la empujó dejándola boca arriba y colocándose encima de ella sujetando sus muñecas con ambas manos.

—¿De veras, sólo un beso en la mejilla? —rió él de forma ladina para posteriormente acercarse a besarla en los labios.

Sadako cerró los ojos respondiendo el beso del albino. Un escalofrío se apoderaba de su cuerpo mientras que no podía evitar el notorio espasmo que sus labios y lengua ocasionaban. De forma leve, los dientes del chico hicieron presión sobre el labio inferior de ella dejando una suave marca rojiza que poco a poco se iba desvaneciendo. Un quejido se escapó por sobre la mordida.

—Suzu-chan... —el calor de Juuzou sobre ella provocaba que su pecho latiera de forma absurda. Desde el living se podía escuchar la siguiente canción del disco reproduciéndose por los parlantes del computador.

Juuzou se acercó al cuello de Sadako acariciando con su lengua desde la clavícula subiendo y subiendo hasta el lóbulo de su oreja para mordelo y ocasionando otro gemido de parte de la contraria. Despues de escucharla suspirar, mordió con un poco más de fuerza en el cuello, justo en el músculo esternocleidomastoideo y después bajó a repetir la acción en el trapecio logrando una convulsión acompañada de electricidad. Sadako jadeó intentando recuperar el aliento respirando fuertemente por la boca mientras sentía como su entrepierna se humedecía.


♪♫Estoy viendo la subida y la caída de mi salvación.
Hay tanta mierda a mi alrededor.
Vaya falta de compasión... ♪♫


El albino no pudo evitar soltar una leve carcajada juguetona al ver la reacción de su novia. Y es que para él era demasiado sencillo lograr excitarla de esa forma. Por un momento pudo recordar una frase que Ryota le había dicho hace mucho: "ella es fría como el hielo, pero en las manos correctas se derrite." En aquel momento no pudo entenderlo, pero ahora era muy fácil encontrarle el sentido.

Sadako levantó un poco su torso y se abalanzó a sus labios besándolos desesperadamente. Por unos segundos pudo alcanzar a juguetear con su lengua hasta que Juuzou la empujó hacia atrás quedando separados por un delgado hilo de saliva.


♪♫Pensé que sería diversión y juegos.
(... que sería diversión y juegos)
En su lugar, es todo lo mismo.
(... es todo lo mismo)
Quiero hacer algo.
Necesito sentir la enfermedad en ti...♪♫