~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)

Capítulo 55: "Alta."

Al transcurrir dos semanas más, Sadako ya tenía permiso de caminar lentamente por los alrededores y jardines del hospital. Sus piernas, con el reposo y la baja de peso estaban débiles, pero poco a poco su recuperación era notoria a pesar de que la dieta blanda seguía en pie y seguiría un tiempo después de haber sido dada de alta, puesto que su colon e instestino habían sido comprometidos con la herida cortopunzante del kagune de aquel ghoul.

El esguince en su pie había desaparecido por completo, mientras que sus cortos pasos se escuchaban por sobre el césped con tonos dorados a causa de los luminosos y aún débiles rayos de sol. Se sentó en una banca bostezando, aún era temprano pero prefería pasear antes de que los demás pacientes salieran para no toparse con nadie. Dentro de su estadía... la habían reconocido un par de veces, cosa que no le agradaba en absoluto.

Su mirada estaba posada por sobre una abeja polinizando una flor mientras que sus pies jugaban meciéndose por debajo de ella hasta que su receso fue interrumpido por una agradable voz.

—Hola... —expresó una suave pero masculina voz. Sadako se dio vuelta esperando encontrar de dónde provenía el saludo.

—Oh, buenos días... —respondió encogiéndose de hombros para observar a un chico de un metro setenta y algo, cabellos blancos tapando un costado de su rostro y ojos celestes como un can siberiano.

—Deben decírtelo a menudo... pero te conozco de la televisión. —dijo él con un tono tímido.

—Oh... ya veo. —Sadako hizo un puchero y cubrió su rostro con el cabello.

—¿Te molesta si me siento? —preguntó amablemente. No parecía ser el tipo de persona obsesivo-compulsiva que la acosaría o pediría un autógrafo.

—No... —dijo ella pensando en una excusa para irse luego.

—Sabes, me encantan los diseños de Ryota-san. He llevado un tiempo aquí pero no he tenido la suerte de topármelo. También me encanta que sea tu manager y que hagas cosas distintas. No es común ver una modelo que acepte suspensiones de cuerpo, tattoos y ese tipo de cosas. Creo que eres genial y te respeto mucho. —Dijo el apuesto joven con una amplia sonrisa.

Sadako lo miraba de reojo entremedio de sus cabellos. Parecía ser un chico agradable después de todo.

—Muchas gracias, todos los méritos son de Ryota de todas formas. —dijo ella en voz baja.

—Oye, ¿los tattoos duelen, y suspenderse en el aire? —preguntó él con los ojos brillosos.

—Hum... un poco, al principio... —respondió la pelinegra mirando pensativa hacia arriba mientras mordía con sus dientes el piercing de la lengua.

—También te admiro mucho por eso. En la televisión habían dicho que estabas tan grave, que se rumoreaba que morirías. Yo aún no estaba hospitalizado, pero jamás creí que estarías acá. Fue una sorpresa verte, jaja. Eres muy valiente y muy fuerte. —dijo el joven alzando el puño en el aire con un tono de voz hiperventilado y las mejillas rojas.

—Solo tuve la suerte de tener buenos médicos... es todo. — se escuchó ella sintiéndose algo incómoda. No estaba acostumbrada a oír alagos de ese tipo. 

—También no eres igual que las otras celebridades, se me ha hecho muy fácil y agradable hablar contigo. Y eso es genial. Hey, estabas mirando esto hace un rato, ¿te gustan las flores? —dijo curioso parándose hacia el arbusto donde Sadako miraba a la abeja.

Cortó justamente la flor que ella miraba y se puso de frente aún sonriendo. Le guardó el cabello detrás de la oreja y depositó la flor.

—Hum, ¿y eso? — dijo la chica mirando hacia un lado intentando alcansar a divisar la flor en su oreja logrando ver la punta de tres pétalos rojos.