Capítulo 9: "Más que dibujos."

2.1K 237 50
                                    

Llegando al primer piso, el ascensor procedió a abrir sus puertas. Pasaron por el mesón de la recepción y Juuzou lanzó las llaves que había robado por encima de una forma bastante discreta. Nadie estaba cerca así que debía aprovechar. El albino miró a la joven y le sonrió.

— ¿Ves? te dije que las iba a devolver. — bromeó el peliblanco. La joven se encogió de hombros y metió ambas manos en los bolsillos de su chaqueta. Caminaron hasta el portón y salieron del recinto de departamentos. 

— Umh, bueno de acá en adelante yo sólo te sigo, no tengo ni idea hacia donde vamos y al parecer quieres mantener el misterio. — luego de decir esto, Sadako rascó su ojo con la mano empuñada. Había pasado una mala noche y estaba bastante cansada. Su cascabel sonó y el peliblanco sonrió al compararla con un gato en su cabeza.

— Tenemos que tomar el tren para llegar, además vamos a dos lugares. Iba a traerte algo pero se me quedó así que debemos a pasar a buscarlo. — dijo Juuzou mientras tocaba sus costuras del brazo derecho. — Umh, creo que debería darles un retoque luego... — expresó en voz baja como si estuviese hablando con él mismo.  

 — ¿Ir a buscar algo? — la joven no preguntó más aunque tenía mucha curiosidad. Si Juuzou iba a mantener el secreto hasta el final, no iba a insistir. 

Comenzaron a caminar juntos y el joven se puso del lado derecho de Sadako, como evitando caminar del otro extremo. Él le sonrió y ella alzó una ceja sin hacer preguntas. Llegando a la estación se sentaron en el suelo esperando el tren.

— Juuzou, hace rato tengo curiosidad, ¿qué traes ahí? — la chica alzó y bajó el mentón señalando hacia el brazo donde el albino llevaba el cuaderno.

— Ah, es mi cuaderno de dibujos. — la miró sonriendo.

— Y tu... ¿dibujas con crayones? — el peliblanco asintió con la cabeza casi como si se sintiese orgulloso. — Vaya, si que eres extraño. Aunque debo aceptar que el hecho de que dibujes con crayones le da puntos a tu nivel de ternura. — la pelinegra hizo un puchero desviando la mirada al suelo.

— Koneko-chan, ¿de veras crees que soy tierno? — el chico pareció sonrojarse con una mueca de asombro.

— Bueno, si lo vemos por la parte de que pareces un niño pequeño... si, se puede decir que eres... bastante lindo. — Paró de golpe. —  ¿Pero qué mierda estoy diciendo? - pensó con una cara de pánico la cuál ocultó con su cabello.

— Oh, la gente suele encontrarme extraño o problemático. También suelen rechazar mis costuras. En la oficina hay un chico llamado Seido que siempre me reclama por mis dulces. "Juuzou guarda ese dulce", "Juuzou dejaste todo lleno de migas", "Juuzou deja de holgazanear". — La última parte la expresó con tono burlesco. — Algún día coseré su boca, es muy molesto.

— Es verdad que dejas todo lleno de migas. —  la joven infló sus mejillas con cara de despreocupación y no aguantó la risa al ver que Juuzou hacía un puchero. El albino también comenzó a reír y se levantaron a la par al fijarse que el tren estaba a punto de llegar.

Cuando entraron y las puertas se cerraron, ambos se quedaron de pie. La gente los miraba con curiosidad. Aparte de que la vestimenta de ambos era llamativa y hacían un contraste notorio en comparación a todas las demás personas del tren, ambos parecían niños pequeños hablando de cosas que los demás no entendían.

— Ah, con otra persona que hablo mucho es con Shinohara-san... Siempre me trae donas, me lleva a comer y a veces cuando le gusta como hago las cosas me revuelve el cabello con su dedos y los frota. Su mano es muy grande, puede tomarme toda la cabeza. — El joven dio una carcajada. — A veces me ayudaba a estudiar también, al principio todo era muy confuso y tenía que memorizar cosas muy aburridas. Ahora ya las se, así que no son problema.

~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora