~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)

Capítulo 49: "XIII."

Ya de mañana, ambos jóvenes yacían debajo de las sábanas. La respiración de Sadako era calma... inhalaba lentamente y exhalaba con tranquilidad hasta que poco a poco comenzó a acelerarse. Sentía un leve cosquilleo en su cuello el cuál provocó que diera una leve sonrisa. Luego, aún dormida, comenzó a tener espasmos hasta que paulatinamente abrió los ojos.

—Koneko-chaaan, despierta. —susuró Juuzou en su cuello dando leves mordidas y lamidas. Gracias a aquellas acciones se devían las convulsiones.

—Suzu-chan... — susurró algo adormilada. Estaba de lado dándole la espalda al peliblanco y giró su cuello buscándolo.

—Veo que aún tienes las orejitas puestas, ¿y la cola? —susurró el chico con ambas mejillas rojas pero con una sonrisa ladina y maliciosa.

—S-si... —respondió la pelinegra con una voz leve.

—Ooh, buena chica. — Sonrió mientras acercaba sus labios al cuello de la pelinegra para morderla consecutivamente mientras buscaba el plug entre sus nalgas.

El albino tomó parte de la base del juguete y comenzó a moverlo de adentro hacia afuera de su ano mientras mordía el cuello de la chica jugueteando con su lengua. Sadako arqueaba su espalda gimiendo mientras un cosquilleo constante recorría su cuerpo. Su cavidad llevaba horas dilatada por lo tanto no había molestia, sólo placer.

—Suzu-chan, ¿por qué-.? —entre gemidos, la joven fue interrumpida.

—Sólo quería que estuvieras lista para mí. Te he ahorrado un dolor, ¿no es así? —susurró él en su oído para posteriormente morder el lóbulo de su oreja.

—S-si... —susurró con un escalofrío contínuo en su espina dorsal sintiendo como entraba y salía el plug con facilidad. Su entrepierna estaba totalmente empapada.

De imprevisto, Juuzou retiró de golpe la cola de gato y la dirigió a la boca de la chica obligándola a lamerla.

—Me alegro que estés entendiendo cómo funciona eso, mi pequeño gatito... — dijo él con un tono burlesco e introduciendo el plug en el interior de sus labios vaginales hasta llegar a su cavidad.

—¡Aaaaah! —gimió inmediatamente para después apretar sus dientes.

El chico retiró su mano dejando el juguete dentro y la agarró de las caderas para sujetarla a medida que iba introduciendo su miembro erecto por detrás. La chica seguía gimiendo cada vez más fuerte hasta que su novio se unió al unísono. Con la dilatación posterior la penetración fue pan comido.

La voz del albino gimiendo en su oído la estremecía por completo y a ratos, sus jadeos eran ahogados al enterrar los dientes en el cuello de la pelinegra.

—Suzu-chan... —jadeó ella revolcándose y convulsionando con cada embestida y mordida del chico las cuales poco a poco eran más fuertes.

Al principio los mordiscos daban un cosquilleo placentero para luego de unos minutos, doler como un hematoma... Aún así no quería que el joven parara y comenzó a mover sus caderas hacia adelante y para atrás de una manera brusca.

Juuzou encorvó un poco su espalda entrecerrando sus ojos mientras intentaba detener el movimiento de su novia.

—No tan... rápido, tonta. — sugirió mientras bajaba la mirada a las caderas de su novia. El sonido húmedo y similar al de pequeños aplausos al chocar el trasero opuesto con su ingle lo provocaban con un fervor visceral.

La chica no hizo caso y continuó moviéndose. Juuzou sólo dejó su cabeza cerca a la de ella, oliendo el dulce aroma de sus cabellos mientras la penetraba alzando y descendiendo sus caderas.