~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)

Capítulo 14: "Cambiando perspectivas."

A altas horas de la madrugada Juuzou no se podía dormir, se sentía algo inquieto y nervioso. ¿Será por lo que le había pasado a la pelinegra en la noche, o sólo porque estaba compartiendo la cama con ella? Por más que intentase conciliar el sueño le era imposible. Cerraba ambos ojos pero deliberadamente los abría para mirar a Sadako.

— Geez... debería dormirme ahora ya... si llego tarde mañana Shinohara-san me va a regañar y debo hacer ese aburrido informe y... — los pensamientos del albino se detuvieron al darse cuenta que Sadako había girado hacia la izquierda dándole la espalda.

El peliblanco se acurrucó y abrazó a la joven encerrando su cintura con el brazo derecho. Apegó la nariz en sus negros cabellos e inhaló profundamente mientras frotaba la misma en su nuca de forma muy sigilosa y suave para no despertarla.

Los pensamientos del joven era una avalancha en su cabeza, pero no podía escuchar ninguno. Miles de gruesas palabras ululaban por su mente pero... naturalmente no las podía leer. Exhalando simplemente cerró los ojos sonrojándose. Retiró el brazo de la cintura de la pelinegra y deslizó la parte frontal de sus dedos índice y medio por su espalda.

— Oh... su espalda es tan pequeña y delicada. Creo que incluso la podría quebrar con una mano. — Pensó Juuzou mientras observaba la parte posterior del torso de la chica bajando hasta sus caderas. A pesar de tener una cintura y espalda estrechas sus caderas eran amplias, dándole un efecto de reloj de arena a su silueta. Sin pensar en lo que estaba haciendo, deslizó la palma de su mano por los muslos de la chica. Comenzó por la mitad de su pierna un poco más arriba de la rodilla y empezó a subir hasta meter la mano debajo de su falda.

— Es tan suave... y tibia... —  cerró los ojos inhalando otra vez el aroma de Sadako mientras su palma acariciaba los glúteos de la pelinegra. Ella seguía durmiendo, aunque a Juuzou le pareció escuchar un leve quejido. Abrió los ojos y retiró su mano.

— ¿Oh?, pero qué estoy haciendo... abrazarla es una cosa pero acariciarla es muy distinto. Menos mal que está durmiendo o me hubiese cortado la mano. Soy un tonto, de todas formas debería pensar más y actuar menos. O eso es lo que Shinohara-san siempre me dice, ¿se referirá a esto?... y, ¿por qué...? — una prominente erección sobresalía de los pantalones de Juuzou. Se sentía incómodo, y bastante apretado. La tensión en su ingle incluso llegaba a doler. — Oooh... no de nuevo, ¿por qué me pasa esto vez que ella se duerme?. — Juuzou suspiró haciendo un puchero y se puso boca arriba tapando su rostro con ambos antebrazos esperando a que la erección bajara. Sus mejillas estaban rojas pero intentaba pensar en otras cosas como por ejemplo en el informe que debía hacer y entregar en la mañana.

Una vez que su pecho dejase de latir de forma acelerada, empezó a sucumbir bajo la luz de la luna sumergiéndose en un mar de oscuridad donde su respiración era lenta y serena y lo único que podía oír era el viento soplando las hojas de los árboles. 

Pasado un par de horas, las pestañas del peliblanco tiritaron hasta que sus párpados se abrieron lentamente dejando al descubierto sus grandes y rojizos ojos. Al frente de él estaba Sadako rascando su ojo levemente con la mano empuñada.

— Me encanta cuando hace eso... es todo un gatito. — pensaba el albino mientras comenzaba a dibujar una amplia sonrisa en sus labios. — ¡BUENOS DÍAAAAAAS, Ko-ne-ko-chaaaaan! — exclamó con fuerza pero aún así lo dijo en un tono suave, ya que la chica recién estaba despertando.

— Oh, buenos días... — Sadako lo miró con la boca entre abierta sonrojándose un poco.

— Nee, ¿te sientes mejor hoy? — preguntó Juuzou con tono amable mientras se sentaba en la cama y se desperezaba con ambos brazos extendidos para luego bostezar.