Sólo los Martes

30

—Estoy nervioso—le dijo Miles a Jensen por teléfono—. Jensen, estoy muy nervioso. Me tiemblan las manos, estoy creo que sudando ¿Y si arruino la cita?

—Probablemente lo harás, eres muy torpe —se burló.

— ¿Por qué rayos eres mi mejor amigo? —se quejó el castaño.

—Porque Marvin no puede responder a tus idioteces —Miles rió, eso era cierto—. Sólo relájate, a Maia le gustas, o eso es lo que he notado por lo que has contado. Así que será un poco fácil actuar en tu cita.

—No quiero que nada salga mal. Tampoco quiero ilusionarme—respondió.

—Pensé que Alan te dijo que intentaras salir primero como su amigo, ¿no era así?

—Ya debo ir a buscarla—mencionó como excusa para cortar la llamada, Jense se rió al notarlo.

—Suerte entonces, campeón—le dijo, ambos se despidieron y Miles cortó.

Terminó de acomodar su cabello y bajó las escaleras para informarle a su hermana que ya estaba listo. Ella asintió y juntos se fueron en el auto hasta la casa de Maia.

—Te noto nervioso.

—No lo estoy, no sé qué dices—se rió, Sierra alzó una ceja para luego reírse del comportamiento del chico.

—Vale, no te diré nada más—respondió ella. Sierra colocó un poco de música y así continuó el camino hasta la casa de la chica.

Al llegar, Miles bajó del auto nervioso, caminó hasta su casa y tocó el timbre. Una chica un poco mayor que él salió, se parecía mucho a Maia por lo que creyó que era su hermana.

—Tú debes ser Miles—le dijo, él asintió—. Soy Marie, su hermana mayor; le diré a Maia que estás, pasa—le sonrió para dejarlo pasar y así esperar a la chica dentro.

Vio como Marie se perdía entre el pasillo y se imaginó que la estaría buscando. Maia apareció junto con su sonrisa, saludó al castaño alegre y ambos subieron al auto de Sierra. La mayor de inmutó a hacer bromas realcionadas con su hermano para que no se sintiera más nervioso de lo que ya estaba y sólo estuvo conversando de manera casual con la chica.

—Llámenme cuando terminen, diviértanse—los dejó frente a la entrada d ela Feria, Miles bajó del auto junto a Maia y ambos se despidieron.

Maia tomó a Miles del brazo y lo jaló hasta el puesto de tickets para poder comprar los boletos. La chica sacó su monedero y luego miró a su compañero.

—Yo pago las entradas y tú la comida que consumiremos dentro, ¿te parece?—él asintió.

La vendedora les entregó los boletos y ambos caminaro hacia dentro de la feria. La chica tomó la mano de Miles y caminó hasta el puesto de los autos chocones.

—Este era mi juego favorito cuando era niña—le dijo— ¡Vamos a montarnos! —lo empujó hasta la pista y se sentó en uno de los autos, Miles hizo lo mismo—Prepárate para ser chocado Miles.

El chico se mostró serio y luego le dio una sonrisa retadora.

—Prepárate tú Maia. —respondió, ese día sería increíble para ambos.

----------------------------

Martes de Miles 🧑🏻✌🏻