Sólo los Martes

15

Era martes de nuevo, Miles se encontraba con su gato acariciándolo mientras esperaba que Lianne llegara. El pequeño felino ronroneaba y eso hacía reír al castaño, a los lejos logró visualizar a la pelirroja que estaba esperando, dejó a su gato a un lado e inconscientemente se acomodó un poco para parecer presentable frente a ella.

— ¿Recuerdas cuando te conté sobre un chico? —fue lo primero que le dijo luego de haberlo saludado.

Miles pudo notar el tono emocionado que tenía, pero tenía un poco de miedo por lo que podría venir luego.

—Sí—respondió—. ¿Sucedió algo con él? —dijo deseando que la respuesta fuese no.

—Me besó—respondió con una media sonrisa, sin embargo Miles sintió en su pecho un fuerte dolor—. Pero tiene novia.

Todo se detuvo.

— ¿Y por qué te besó?

—No lo sé. ¿Crees que juega con mis sentimientos?

Sí, pero no quería decirle eso. No merecía que fuese de esa manera.

—No.

Y él esperaba que fuese así. No quería que nadie la lastimara, y si ese chico se atrevía a hacerlo él sacaría las agallas para defenderla.

—Es mejor ignorarlo ¿no?

—Sí, eso creo. Así no sales lastimada. —Ella rió.

—Estás protegiéndome, que lindo—apretó un poco su mejilla, el chico intentó ocultar lo que eso había causado en él, se había puesto nervioso por algo tan simple.

—No me gustaría que nada malo te pase—la pelirroja le sonrió y se acercó a él dándole un beso en la mejilla que despertó un sinfín de emociones en el castaño.

No sabía si eso era amor, pero sí lo era, no era tan malo como las películas te lo hacían ver.

Le gustaba observarla, le gustaba hacerlo porque siempre encontraba alguna facción o un pequeño detalle que le hacía darse cuenta que era la chica más linda que había conocido.

¿Cómo podía ser tan ciega como para no ver que él estaba loco por ella?

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Feliz martes 🧡