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Miles se sentía encerrado en una caja, su madre lo había castigado por dos semanas por lo que no podría salir de su casa si no era para ir a clases o para acompañarlos a hacer las compras en el supermercado; o sea que no podía ir a hablarle a la chica que le gustaba.

Terminó de hacerle un moño a Marvin para darle un estilo de Harry Styles en su última etapa como One Direction al felino y miró por la ventana. Lianne debería estar por llegar.

Observó el desastre de su habitación y recordó el trato que tenía con su madre, sin embargo la flojera que tenía le impedía cumplirlo; ojalá estuviese Jensen para que lo ayudara a limpiar, pero su mamá le había impedido que subiese a buscarlo. Prefirió empezar desde algo pequeño, su escritorio.

Acomodó sus cuadernos en su mochila, las hojas que no servían a la basura, ordenó sus lápices y colores en su lapicera y cuando creyó que ya estaba todo bien, miró por la ventana y ahí estaba la chica que esperaba.

Tocaba una canción que desconocía, y no estaba seguro porque no lograba escucharla bien pero sentía que la tarareaba mientras la tocaba.

—Mírala Marvin, es hermosa—le comentó el castaño a su gato—. Necesito ir y hablarle.

—Lo que necesitas es dejar de hablar con Marvin como si él pudiese contestar—escuchó la voz de su hermana, volteó y la encontró en la puerta—. Tienes un desastre aquí, ¿por qué no has acomodado?

—Me da flojera.

—Mamá no te va a dejar salir si no lo acomodas—bajó un poco la voz—, pero podrías salir, está mirando muy concentrada la televisión.

Miles sonrió y le hizo caso a su hermana. Cuando su mamá veía su novela, se quedaba atrapada en toda la historia que ignoraba siempre lo que sucedía a su alrededor. Salió de su cuarto y con mucho cuidado bajó las escaleras, con mayor lentitud, pasó detrás de la sala y se acercó a la puerta cuando escuchó la voz de su madre.

—Todavía te falta una semana, Miles.

—Necesito hablar con una amiga, es muy importante—suplicó.

—Puedes hablarle luego de que acomodes tu cuarto.

—Pero mamá...

—Acomoda tu cuarto o no sales.

Y frustrado subió las escaleras lamentándose no poder ir y hablarle.


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#MartesConMdeMiles


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