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Era la tercera semana que la esperaba y pasó lo mismo que la anterior, ella no fue. Sin embargo ese martes apareció a la misma hora que las otras dos veces por lo que una idea se le pasó por la mente.

¿Y si sólo iba los martes?

Tal vez trabajaba y era su único día libre, o al revés, sólo estaba ocupada ese día y con eso podría explicarse la guitarra que llevaba consigo.

Miles siempre había sido etiquetado ante sus compañeros como un chico confiado, sin embargo su confianza no estaba presente en ese momento. Quería ir y hablarle pero temía quedar en ridículo frente a la de ojos verdes, por lo que decidió quedarse solamente observándola mientras tocaba su instrumento.

¿Qué estaría tocando? Ese día no podía escuchar la melodía. ¿Y si bajaba y hablaba con ella? ¿Qué pasaba si se acercaba y ella no quería tenerlo cerca? Era entendible si eso sucedía, no se conocían de ningún lado, no había razón para que aceptase a que él le hablara.

Marvin volvió a aparecer a su lado y se frotó con su cuerpo para luego acostarse en las piernas del castaño.

— ¿Crees que soy un cobarde por no ir a hablarle? —le preguntó a su gato, sólo obtuvo un ronroneo de su parte. Negó moviendo su cabeza y la observó para responderse a sí mismo—. Sé que sí lo soy.

No sabía siquiera por qué estaba hablando con su gato en vez de ir y hablar con ella. Sí era un cobarde, ¿por qué se le hacía tan difícil hablarle?

Desde su balcón ella se veía inalcanzable y tenía miedo de confirmarlo.

Si tan solo pudiese tener sus redes sociales para conocer más sobre ella, si tan solo Jensen se apurase encontrando su nombre.

Observó cómo se levantó del banco y guardó su guitarra en el estuche, se lo colocó guindando del hombro y esperó de pie a que llegase el autobús. Por una razón del destino, o es eso lo que Miles quiso pensar, ella volteó a su dirección.

El chico quedó quieto sin saber qué hacer, sólo la miró, no hizo ni dijo nada, pero cuando ella le sonrió para luego darse la vuelta y subirse al autobús, él supo que esperaría otro martes sin dudar, sólo para volver a ver esa sonrisa.

Sólo los MartesWhere stories live. Discover now