"Speechless" - TERMINADA-

"She drives me wild"

Mientras Michael destapaba su vista lograba observar de a poco de lo que se trataba. Sorprendido abrió los ojos como dos luceros y exclamó con gran alegría.

- Qué es esto, ¡es bellísimo!, mi linda, ¡volviste a pintar!

- Si, hace poco, pero no es tan bueno...

- Qué dices mi amor, ¡es precioso! -Insistió Michael una vez más.

- Se supone que somos nosotros dos, y tiene tonos cálidos alrededor porque así es como me siento cuando estoy contigo, me irradias tu luz, y allá más lejos están nuestros niños, quizás no se entiende bien pero es todo lo que simbolizas para mí, por lo mismo es un poco abstracta, porque no logro definir todo lo que significas para mí, son sensaciones, colores, amor, pero...

- No hace falta que me expliques nada, -Dijo Michael tomando mis manos y mirándome fijamente con una luz en la mirada- Yo siento todo eso cuando lo miro.

Me quedé unos segundos en silencio encantada por sus ojos.

- ¿de verdad te gustó?, bueno no pretendo nada, solamente entregarte esto que es lo más sincero que he pintado.

- Es hermoso, es como una adicción mirarlo. Me encanta, no sé cómo lo haces pero siento como si lo hubiera visto antes, como si hubiéramos vivido ese momento, de hecho esa sensación es la que me da estar contigo ahora. Si nuestro amor tuviera un color, una forma, pienso que este cuadro lo representaría tal cual.

- No sabes cómo me emociona que también lo sientas así. Es inexplicable y aún así nos entendemos.

- Somos uno, ¿lo olvidas?

- Claro que no. -Dije pasando mi mano por su mejilla suavemente.

- Julie... te amo, te amo tanto. Muchas gracias por esto.

- Y gracias a ti, tú eres quien me inspira, y gracias por todas estas sorpresas, ¡es un sueño esta noche!

- Sí que lo es.

- ¿y qué haremos ahora?

- Lo que tú quieras.

- ¿Vamos a ver las estrellas?

- Te lo iba a decir. ¡El último en llegar pierde!

- Eso no vale, ¡Siempre partes primero! -Exclamé mientras Michael salió corriendo hasta el fondo del pasillo y subió las escaleras hacia la cubierta. Yo lo seguí y cuando estaba llegando arriba el me sorprendió por la espalda. Me tomó muy fuerte por la cintura, al principio me asusté pero cuando vi cómo me miraba fijamente y me acercaba con fuerza a él, no pude resistirme.

- Gané, me debes el premio -Dijo Michael.

Me entregué a sus brazos, acaricié su cuello y besé su rostro suavemente una y otra vez, hasta que lentamente nos besamos. El viento de la noche, la luz de la luna y las innumerables estrellas estaban ahí para ver lo felices que éramos juntos.

Casi olvidaba lo dulces que eran sus labios, lo suave y delicado que es Michael cuando me besaba. Hace tanto tiempo no me dedicaba a sentirlo como antes.

Permanecimos así largo rato y luego nos recostamos en una especie de cama que había justamente para mirar las estrellas cómodamente en la cubierta del yate.

- Ya no recordaba que era tan bueno esto. -Dijo recostándose en mi pecho.

- ¿qué cosa? -Pregunté.

- Estar así, los dos. Tus besos suaves... te ves tan linda esta noche.

- Yo pensaba lo mismo. Me siento como una adolescente, tengo miles de mariposas en el estómago por tu culpa.

- No pensé que volvería a sentirme así. -Susurró tiernamente.

- Lo único que quiero es verte feliz mi amor. -Respondí.

- Lo sé, y si no fuera por ti y por los niños no sé si hubiera podido resistir. -Dijo con un tono nostálgico.

- Pero eso ya pasó, y nunca más nadie va a hacerte daño, no lo voy a permitir. Antes de eso yo los mato.

- No hace falta, tengo toda la fuerza porque te tengo a ti, tengo tu amor y el de mis hijos. Es más de lo que nunca soñé tener, pensé que nunca tendría una familia, pensé que todo se iba a derrumbar, pensé que te perdería, que yo me perdería...

- Pero aquí estamos Mike. Vivos, felices y juntos como siempre.

- Para siempre.

Nos besamos y nos olvidamos de todo lo malo en ese beso. Solos en mitad del mar, mi Michael y yo. Sus manos acariciaban mi espalda y yo jugaba con su cabello rizado, precioso, y siempre me encantaba. Su piel era más blanca que antes, muchos hablan de sus cambios físicos, pero para mí siempre había sido el mismo Michael, de hecho lo era. Mi amor. La luz de sus ojos es tan única, igual que su sonrisa. Y el sabor de sus besos, la forma en que me acariciaba me hacía enloquecer siempre.

No recuerdo el momento en que comenzamos a quitarnos la ropa, sólo sé que mientras hacíamos el amor era como volar con la sensación de las olas, mirando las estrellas.

"me vuelves loco" decía cuando mi lengua rozaba su cuello suavemente, y yo no podía ni pronunciar palabra cuando sentía como me hacía suya, dulcemente, oyendo nuestros gemidos perderse en el viento.

Sin palabras... nos quedamos dormidos ahí bajo las estrellas unas horas y luego bajamos a la habitación. Mike me tomó en sus brazos y me recostó en la cama, y se tendió a mi lado. Rápidamente caímos rendidos del cansancio. Pero no estábamos ahí para dormir.

Entre soñando y despierta me abracé a su cuerpo desnudo y él al mío. Y comenzamos de nuevo... entre un beso y otro, una caricia y otra, éramos presos del deseo una vez más. Sólo fuimos conscientes de eso cuando ya habíamos terminado, y susurrando un "te amo" dormimos abrazados hasta el amanecer, que no tardó en llegar.