"Speechless" - TERMINADA-

"Someone Put Your Hand"

La lluvia cada vez más fuerte no era impedimento para nuestros labios. Luego de varios minutos disfrutando ese momento volvimos a la casa, encendimos la chimenea y nos cambiamos de ropa. Nos sentamos junto al fuego sin decir una palabra y sólo entonces volvimos a asimilar lo sucedido.

Abrazados tapados con una manta al lado de la chimenea, mirábamos las llamas como un rito, en el que sellamos nuestra confesión de amor, besándonos y acariciándonos suavemente una y otra vez. Nuestros corazones al fin descansaban, al fin habían encontrado la paz y el calor de un amor sincero.

— ¿tienes hambre? —Pregunté.

— un poco.

— espérame voy por algo de comer.

Había hecho para él un pastel de chocolate con crema, casi lo olvidaba pero creí que era un buen momento para comer pastel. Michael se sentó en el sillón y puso otra vez la película "El Pibe", para que termináramos de verla.

—Tienes muy buena mano para los dulces

—que bueno que te gustó. Lo hice para ti.

Yo le daba pedacitos de pastel y él a mí, era muy gracioso. En un momento a él se le cayó un poco de crema en mis piernas y yo le respondí haciendo lo mismo. Michael me esparció crema en la cara, y yo no podía quedarme de brazos cruzados. Comenzamos una guerra, lo perseguí hasta las habitaciones, el era muy rápido y esquivaba perfectamente, yo en cambio estaba toda manchada.

Se escondió en una habitación y yo entré... sin que pudiera darme cuenta me tomó por la espalda y me besó.

Nos abrazamos, Mike me llevaba hasta la cama, y el pastel cayó al suelo. Me recostó y comenzó a quitarme con su boca toda la crema que tenía pegada. En sus ojos podía ver todo el deseo. Mis manos ansiosas recorrían su pecho, estaba agitado y era hermoso. Michael acariciaba todo mi cuerpo con sus manos mientras yo le levantaba la camisa para poder tocar su espalda. Él estaba cada vez más encima de mí y yo lo llamaba con mi cuerpo. Deslizó su mano desde mi pecho hasta mi muslo, tomó mi pierna y la hizo a un lado suavemente, estaba en medio de mis piernas. Yo besaba su cuello mientras él comenzaba a moverse lentamente. Presionaba de una manera que me hacía gemir de placer. Podía sentirlo muy excitado y yo ya no aguantaba más, quería que me hiciese suya... me hice a un lado y me puse encima de él, quería quitarle la camisa –espera. —dijo.

— ¿qué pasa Michael?

— no lo sé, no puedo...

— no te pongas nervioso, soy yo Mike... amor. Lo besé y comencé a desabrochar su camisa pero él estaba tenso. Al parecer no quería que viera su desnudez.

— cariño, no sé, perdóname, no sé que me pasa. No me siento cómodo, no me gustaría que se diera así.

— ¿así cómo?, ¿es por tu piel, no quieres que te vea?

— sí, puede ser. En parte es eso, y también porque quisiera que fuera más especial. —al decirme esto me derritió de ternura por completo. No me importaba para nada que tuviera esas manchitas que a él tanto le preocupaban, y más aún quería que el momento fuera 'más especial' cuando para mí todo lo que había sucedido fuera como caminar entre las nubes. Pero es verdad que era demasiado pronto, aunque me estaba dejando llevar yo tampoco me sentía preparada para algo así.

— Michael, eres tan tierno. Ya te había visto la otra vez, aunque tú no te diste cuenta. Y me pareces hermoso. En ese momento quería lanzarme encima de ti, lo único que quiero es poder besar todo tu pecho, tu cuerpo entero, eres hermoso Michael, yo amo cada detalle tuyo. No puedo resistirme. Pero en algo si tienes razón... es demasiado pronto. Yo debería estar más nerviosa. Yo nunca...

— ¿de verdad?

— sí, una vez con un novio que tuve lo intenté, pero no pude. Tenía mucho miedo. No es fácil.

Michael se levantó y me tomó por la cintura, yo aún estaba sentada sobre el...

— entonces no puede ser ahora, mi amor yo quiero que esto sea especial, con mayor razón quiero que sea así si es tu primera vez. Y que lo recuerdes siempre. Yo sé que tengo algunas trancas y eso me juega en contra, pero sé que contigo será perfecto.

— es un sueño para mí que tú seas el primero.

— linda... te amo mi Julie.

Me abrazó y puso su cabeza sobre mi pecho, besé su frente y acaricié su cabello.

—Gracias por dejarme ser tu primer hombre. Espero que así sea por toda la vida.

Nos besamos y nos acostamos juntos. La noche no tardó en llegar y el sonido de la lluvia era como una linda canción de cuna. Nos quedamos dormidos profundamente entre besos y tiernas caricias. Me encantaba recostarme en su pecho y escuchar los latidos de su corazón.

En medio de la noche, mientras dormía Mike me abrazó y me despertó cantándome al oído...

Me quedé embobada escuchando su angelical voz cantar esas líneas para mí. "te amo Michael... eres tan dulce, no tienes que pedir nada, yo estoy aquí para ti, ansiosa por entregarte mi corazón".

Desperté en medio de un sueño increíble que no imaginé jamás y desperté justamente para oir que ahí estaba él... no era un sueño. Era realidad que Michael estaba a mi lado abrazándome y diciéndome que me amaba. Fue la mejor noche de mi vida.