"Speechless" - TERMINADA-

"JE NE VEUX PAS LE FIN DE NOUS."

Nos arreglamos la ropa y nos sentamos en el piso a esperar que volviera la luz. Para nuestra sorpresa podíamos oír por el citófono lo que hablaban los guardias abajo, nos asustamos ante la posibilidad de que ellos hubiesen oído todo lo que hicimos.

- ¡Oh no! -Dijo Michael muy asustado.

- shht. Mike, ¿tu crees que?

- Espero que no...

- ¡ay no! Yo me bajo de aquí como sea, ¡que vergüenza!

- Jaja por qué te asustas tanto, no creo que hayan oído.

- ¡Estás loco! Imagínate si oyeron, justo ahora se me ocurrió gritar -Dije algo histérica.

- Jaja baja la voz, no querrás que escuchen eso también.

- ¿Cómo puedes reírte Michael?

- Es que me encanta q te pongas así.

- Hmm, si a mí también me encanta todo pero, Mike ¿te imaginas lo que sería si se enteran? Bueno no sería tan terrible porque claro tu quedas bien parado, el macho y que se yo. ¿Pero yo? Todo el mundo sabrá de mis gritos.

- Jaja, perdóname Julie, pero no puedo dejar de reír.

- Ah ya, que más da. Así podré presumirte al fin y ganar la fama que merezco. -Respondí bromeando con tono molesto.

- ¿Hablas en serio? -Dijo Michael.

- Obvio que no, jaja es que me encanta tu cara de asustado.

De pronto desde el altavoz oímos a los guardias decir "Sres. Nos informan que la energía está por llegar. Dentro de pocos segundos podrán bajar."

- Que bueno, muchas gracias. -Respondió Mike, pero al parecer ellos no oían nada de lo que decíamos.

- ¿aló, si?, -Insistió Michael-

- "Parece que está malo el auricular... bueno, de todas maneras les avisamos que mantengan la calma, ya está todo solucionado." -Dijeron los guardias del ascensor.

- ¡Nos salvamos! -Exclamé aliviada.

- Sí que bueno que ya se arregló todo.

- Lo mejor es que está malo el micrófono y no oyeron nada, jeje

Volvió la luz y bajamos, los técnicos revisaron el ascensor por si algo andaba mal, y volvimos a subir para cenar en el Jules Verne. Fue una noche muy bonita, sin duda inolvidable.

Reímos como cuando recién nos conocíamos y conversábamos horas y horas riéndonos de todo.

- Sr. Jackson, perdone mi intromisión, pero quería decirles que yo fui quien los atendió la otra vez que estuvieron aquí. -Dijo el garzón.

- Ah ¡si me acuerdo de ti! -Respondió Michael.

- Si, bueno, y quería decirles que se ven muy felices juntos, y me alegro mucho por ustedes. Yo sabía desde ese momento que ambos iban a terminar juntos. ¡Irradiaban amor! Y me alegro mucho de que al fin se le vea contento Sr. Jackson, y con un niño y bueno, eso es todo, disculpen la intromisión.

- No tienes para qué disculparte, muchas gracias por tus buenos deseos, dios te bendiga.

- ¿Cómo te llamas? -Pregunté.

- Phillipe

- Bueno Phillipe, un gusto conocerte. Este restaurante es uno de nuestros preferidos. -Dije muy contenta.