#6: Diablo disfrazado

256 28 41
                                    

José.

A ver, José, repite después de mí: ya no voy a pensar en la pelirroja que estaba perdida.

No voy a pensar en la pelirroja que estaba perdida.

Me pego una bofetada frente al espejo por lo poco creíble que sueno y bajo la mirada sintiéndome patético por sentir algo por una chica que tal vez no vuelva a ver.

Recuerdo cuando la vi entrar en la cafetería con esa mirada perdida, su cabello fue lo que llamó mi atención en el principio, pero luego miré sus ojos, esos ojos cafés que te hipnotizaban, luego su voz era tan linda, una perfecta voz para ella, su vestimenta era tan poco como ella, se veía incómoda, como si su verdadero yo estuviera encarcelado y hablar con ella me lo confirmó y estaba tan embobado en su personalidad y belleza que no le pregunté su nombre. Ahora se fue de mi vida y no creo volver a verla... Aunque es amiga de Andrea.

¡No! No voy a ser ese tipo de amigos que se le acercan a una chica para pedirles información de sus amigas, soy un imbécil a veces, pero no de ese tipo.

Me termino de cambiar para la estúpida comida a la que Jazmín me fuerza a ir  cuando caigo derrotado en mi cama, en eso recibo una llamada de Alexa, lo cual es raro, porque nunca me llama, ni siquiera interactuamos mucho, solo cuando nos vemos obligados aunque me caiga muy bien.

—¡José!— grita del otro lado la voz de Saul cuando contesto y recuerdo que él sabe sobre chicas.

—¡Saul! Nunca me había alegrado de oír tu voz— respondo y él hace sonidos de confusión—. Necesito tu consejo con una chica...

—Sí, a Andrea le gustas— me dice interrumpiéndome.

—¿Qué?— pregunto confundido y él se queda callado varios segundos.

—Eh... ¡Nada! Cuentame tus penas.

—De acuerdo... Yo, ah...—Me río nervioso, esto es tan vergonzoso.— Creo que me gusta una chica, pero no sé su nombre.

—¿Es una chica que viste desde lejos?— me pregunta.

—Eh... No. Yo... Hablé con ella, por mucho rato y me estaba divirtiendo con ella, era... Divertida, bonita y...

—Entiendo— me dice con una expresión soñadora —, creeme, lo hago, pero ¿cuál es el problema?

—Pero no le pregunté su nombre— confieso sintiéndome estúpido.

—Idiota— se ríe divertido.

—Lo sé, lo único que podría hacer un contacto con ella es Andrea pero...— inicio desanimado.

—No le vayas a preguntar— me interrumpe—. Las chicas tienden a enojarse cuando las usas para ligarte a sus amigas, ¿cierto, Alex?

—¡Púdrete!— grita Alexa con voz ronca y empieza a toser.

Ah, me llamo porque Alexa está enferma.

—¿No puedo tener una conversación contigo sin que escuché Alexa? — le pregunto en tono cansado.

—Noup. Somos el dúo dinámico— dice con emoción.

—Además que usa mi celular— añade ella y vuelve a toser.

—Bueno, ya me acostumbraré... ¿consejos?— pregunto.

—No le pidas ayuda a Andrea— me dice Saul y escucho la risa de Alexa.

Solo dame una razónWhere stories live. Discover now