Extra.

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NOTA:
Ésta parte no cuenta como capítulo, simplemente es algo que se me ocurrió hacer para que ustedes se dieran una idea de lo que pasa con Janet y Zayn.

Espero les guste.



– ¿Te veo pronto, preciosa? –pregunto en voz alta, y obtengo lo que quiero. Horan dirige su mirada hacia donde estoy al escuchar mi voz. Sonrío mostrando todos mis dientes.

– Priérdete, Malik. –responde Abby en un tono enfadado, antes de entrar de nuevo en su vestidor y cerrar la puerta en mis narices.

Una ligera carcajada escapa de mi pecho. Me encanta esta chica, es tan... espontánea. Ahora sé por qué es el capricho de Horan hacia ella. Ella no es como las chicas con las que hemos estado. Abby es especial. Amenazar mis bolas a cambio de mi silencio, ¿quien diría no a eso en su jodido sano juicio?

Doy media vuelta y me dirijo a la salida. Merezco un buen descanso después de toda la acción de anoche.

Antes de llegar a la salida, veo reunidos a los amigos de Abby, sólo falta la parlanchina de su prima. Esa chica es otro caso. No puedo creer que anoche tuviera una pregunta tras otra para hacerme.

Ya quiero ver la reacción de Horan al tenerme cerca. Va a ser entretenido joderlo un poco.

– Hey, Ted. –saludo al mejor amigo de Abby. Siento la mirada asesina de Horan, y casi quiero reirme en su cara. Provocarlo es tan divertido.

– Zayn, ¿que hay de nuevo, amigo? –responde el pelinegro.

– No mucho. Sólo vengo de paso. –murmuro quitándole importancia. –Hola, chicas. –saludo con un guiño. La chica de lentes me mira asombrada sin decir palabra, y la rubia suspira al verme. La reacción de todas las chicas.

– Hola, Zayn. ¿Te vas tan pronto? –pregunta la rubia.

– Sí, Nat. –respondo con fingido pesar. Ella hace un puchero. –Sólo vine a ver a Abby, y desearle suerte.

– Que lindo de tu parte. –dice ella, enternecida. Sé que no lo hace de verdad, algo en mí detecta que también le está picando la dignidad a Horan.

– Sí, es imposible dejar a la deriva a mis amigos, más si son chicas tan preciosas como ustedes. Pero en fin, debo irme. Nos vemos.

– Ve con cuidado, Zayn.

Les guiño un ojo a las chicas y me despido de Ted con un fuerte abrazo masculino. De inmediato todos regresan a lo suyo, pero sigo sintiendo las llamaradas que me lanza la mirada de Horan.

Cuando paso por su lado, le dedico una sonrisa sínica. Debe de sentirse terrible porque su noviecita me eligió a mi primero que a él hace un rato.

Su rostro se enrojece aún más, casi podría jurar que gruñe, pero no me gusta jurar en cosas que no lo valen.

Y por fin salgo de ahí, disfrutando de la vistas. Hay chicas hermosas aquí, pero más de lo mismo. No son más que muñecas que se dejan usar por un rato.

Justo cuando salgo del ascensor en el estacionamiento, mi teléfono comienza a timbrar. Lo saco de mi bolsillo y respondo mientras subo a mi auto.

– ¿Diga?

– Hermanito, me tienes muy abandonada. –responde del otro lado de la línea, con su siempre voz chillona y empalagosa.

– Janet, que bueno que llamas. Tengo una noticia que quizás te va a encantar.

– Te escucho. –detecto el interés en su voz.

– Al parecer Abbigail se mantendrá alejada un tiempo de Horan. Él está molesto por algo, no sé, quizás por esas estúpidas cosas de novios. Y no es buen momento para ellos, ya sabes. –su risa burlona y malvada me saca de balance. Esperaba que gritara de emoción, pero con las chicas nunca se sabe.

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Where stories live. Discover now