Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1

32. Partituras y más.

Las semanas comenzaron a pasar. No sé si decir que todo va bien o más o menos. Respecto a la universidad, parece que todo va excelente. Me llevo muy bien con la mayoría de los profesores y congenio con casi todos mis compañeros de ambas facultades, lo cual me permite enfocarme en las actividades y tareas teniendo cierta flexibilidad, y esto ayuda bastante con mi estrés.

Respecto al trabajo en la empresa... bueno, a decir verdad, lo he tenido de lado poniendo por sobre todo la universidad. Creo que mamá me matará si descubre que solo tengo cinco bocetos terminados de los veintisiete que me ha mandado hasta ahora. Estoy más que preocupada porque, cada vez que mamá llama, pregunta por el avance de los bocetos y dice que está más que ansiosa por verlos, pero milagrosamente logro sacarle la vuelta al respecto y la distraigo con alguna cosa de otro tema. Pero sé que está por descubrirme, y espero conservar mi cabeza cuando suceda.

Y respecto a Niall... bueno, últimamente cuando estamos juntos se comporta raro. Hay veces en las que estamos juntos y el momento es genial, como si fuera él mismo, y hay otras veces –que son muchas –en las que actúa distante, indiferente, incluso frio. Es como si levantara un muro de ladrillos recubierto con bloques de acero. Y es cuando descubro que lo hace para mantenerse alejado de mí de alguna manera. Me pregunto por qué lo hará. Quizás es porque por fin quiere mantener al margen el trato que debemos de tener como socios, no como amigos ni compañeros de universidad. Y admito que es decepcionante, porque lo hace justo cuando casi logro entrar en él, cuando casi logro traspasar esos muros de acero reforzado que antepone frente a todos, o al menos frente a mí. Pareciera que quisiera mantener a salvo sus sentimientos de cualquier persona. Eso suena coherente, y muy sabio. Y lo comprendo totalmente.

Es jueves, y gracias a todo lo divinamente temporal, las clases están por terminar. Estamos en nuestra clase de música, practicando una sinfonía de Beethoven que nos ha dejado el nuevo profesor, Ronald Donovan. Por el bienestar del profesor Clinton, fue trasladado a una escuela de música para niños. Espero le esté yendo bien.

El profesor Donovan insistió en que buscáramos un nuevo instrumento para tocar, para así, además de salir de nuestra zona de confort, pudiéramos extender nuestras habilidades en la música. Así que tuve que despedirme temporalmente del piano y comenzado una enemistad con el violín.

Organizo mis partituras para comenzar a tocar de nuevo las primeras notas, cuando levanto la vista y me encuentro con la mirada de Niall. Está observándome mientras "afina" su guitarra. ¿Por qué guitarra? Se supone que debería de estar tocando el violín o el chelo. Pero, sin embargo, sigue mirándome. Lleva un par de días haciendo eso, solo me observa. Por las mañanas ya no nos venimos juntos, ni tampoco nos regresamos juntos. Patrick se ha estado encargando de traerme y llevarme, así que casi no cruzo palabra con Niall.

Regreso la atención a mis partituras y, justo antes de comenzar a tocar la primera canción, el profesor Donovan entra a toda prisa.

– ¡Chicos! Dejen de hacer lo que sea que estén haciendo y reúnanse. Tengo noticias.

El profesor Donovan se acerca al escritorio a toda prisa y deja caer sobre este un montón de hojas. De inmediato todos nos acercamos al alrededor del profesor. Espero que sean noticias buenas.

- Bien. El grupo de teatro y danza representara una obra dentro de un mes, y nos han pedido que reunamos el grupo de música y al de arte para realizar esta obra. La obra será El Lago De Los Cisnes. Todos ayudaremos a la realización de esta. El grupo de arte se encargara de la escenografía, nosotros nos encargaremos de la música y el grupo de teatro hará la representación.

Vaya, eso suena genial. Quizás mamá pueda venir a verme. Lo malo de este proyecto es que es otra cosa para añadir a mi lista de cosas por hacer, la cual está encabezada por terminar los veintidós bocetos.