16. Queso.

1.5K 109 22
                                    


Como la empresa de mamá está más cerca, vamos directo a ella. Luego de cinco minutos llegamos al edificio y Niall estaciona el auto junto a la entrada.

– Pasaré rápido por los documentos para irnos a la empresa de tu padre. –le digo antes de bajar del auto.

– De acuerdo. Solo no tardes, yo también muero de hambre. –pongo los ojos en blanco y salgo del auto. Este chico es igual de comelón como yo, pero, ¿qué se puede esperar de los hombres?

Entro al edificio y voy directamente al ascensor. Cuando llego a mi oficina, Hannah entra detrás de mí.

– Buenas tardes, señorita White. –me saluda cordial y busca con la mirada algo más detrás de mí. Oh, no, querida, el insoportable imán de mujeres no viene conmigo.

– Buenas tardes, Hannah. –respondo con una fingida sonrisa. –Mi madre me llamó diciendo que había mandado algunos documentos. –digo sentándome detrás del escritorio. Frente a mi veo dos carpetas.

– Si, así es. Están sobre su escritorio.

Abro las carpetas y hojeo rápidamente. A la vista veo que son algunas indicaciones y algunos bocetos sin terminar. Vaya, son buenas ideas, pero necesitan arreglos. Algo bueno para empezar.

– ¿Es todo lo que mandó? –pregunto sin mirarla.

– Sí. Dijo que había mandado lo mismo para Niall. – ¿qué? ¿Acaso dijo "Niall"? ¿Y ésta igualada con el permiso de quien se pone a tutear?

– ¿Disculpa? –digo viéndola asesinamente alzando una de mis cejas.

– Qui-Quiero decir... El joven Horan... –responde titubeando apenada y desconcertada.

Yo en su lugar mejor saldría corriendo antes de... No, no, no... ¿Por qué demonios me molestó eso? A mí no me interesa con quien se meta Horan, ni ésta teñida. Por dios, estoy loca.

– Bien. –me pongo de pie. –Es todo. Tal vez venga durante la semana. Si hay algún problema, llámame. También estaré revisando mi correo.

– Si, señorita White.

– Bien, entonces es todo.

– Que tenga buen día, señorita White.

Salgo del edificio y cuando entro en el auto descubro a Niall comiéndose las papas fritas.

– ¡Oye! ¡No me esperaste! –digo haciendo que se sobresalte un poco. Aww, lo espanté. Pero aun así ya se comió las papas, no es justo. Me siento a su lado y cierro la puerta.

– ¡Hey! No vuelvas a asustarme mientras como. –dice limpiando la sal de las comisuras de su boca, su boca con unos maravillosos labios... No, Abby, concéntrate. Comienzo a reír, concentrándome de nuevo en él.

– ¿Estás admitiendo que te asusté? –pregunto divertida.

– No... No me refería a eso. Solo que cuando hacen eso mientras como... podría... podría ahogarme. Sí, eso.

– Sí, claro. Mejor conduce. Tu castigo será que yo iré comiendo papas mientras tú conduces.

Enciende el auto con una sonrisa divertida bailando en sus labios rosados y comienza a conducir.

Menos de veinte minutos después ya estamos en Zero's Men. Es muy bonito por dentro. Todo muy elegante decorado en colores de diferentes matices de gris y blanco. Cuando subimos por el ascensor entramos a su oficina donde lo primero que veo es el gran ventanal desde el piso hasta el techo detrás del escritorio, igual que en la empresa de mamá. La mejor vista de Londres que he visto hasta ahora. Diría que la mejor vista es la de mi oficina, pero desde aquí se puede observar el  Serpentine Lake, lo que es asombroso.

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin