Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1

62. Noche de fiesta.

– Están dementes. –murmuro con una sonrisa. –Nos vemos esta noche.

Cuelgo la llamada y suspiro, queriendo que el sueño vuelva a mí, pero creo que ya es hora de salir de la cama.

– ¿Tendrás pijamada esta noche? –pregunta a mi lado, con voz somnolienta. Niall se remueve y me acerco a él, acurrucándome a su lado.

– Algo así. Las chicas quieren que nos veamos en mi apartamento luego de la cena de esta noche.

– Eso suena bien.

Consideré en invitar a Niall a nuestra noche de fiesta, pero luego de pensarlo muy bien, creo que no sería muy buena idea. Niall me comentó que aprovecharía este tiempo que no estaremos juntos para terminar sus pendientes en la empresa de su padre, ya que Bobby vuelve mañana por la tarde. Así que no quiero interferir en sus responsabilidades, suficiente he hecho con hacerlo tomar apuntes de las clases por mí. Además, con su brazo fracturado no creo que la vaya a pasar tan bien como nosotros, si yo estando sana no les puedo seguir al cien el paso a Nat y Becca, creo que será demasiado agotador para él.

– Creo que ya debería comenzar a vestirme.

– ¿Qué hora es? –murmura tratando de acomodarme de nuevo a su lado.

– No lo sé. Nat dijo que ya pasaban de las seis. –enciendo la pantalla de mi teléfono y veo la hora. –Seis diecisiete, y dos mensajes. Seguro es la dirección de la reservación de esta noche.

– ¿Dónde será?

– Porto Belle. Italiano, delicioso. –cierro el mensaje de papá y abro el siguiente. Es de mamá. –Increíble, no vas a creer donde será el almuerzo de mañana.

– ¿En...McDonald's?

– No seas bobo. –lo regaño con una sonrisa sobre mis labios. –Tenemos reservación en el Clos Maggiore, mañana al mediodía.

– ¿De verdad? –en su rostro aflora una sonrisa de lo más linda. –Me encanta ese restaurante, mucho más después de la última vez.

– Nuestra primera cita. –murmuro con una sonrisa al recordar aquella noche.

– También fue la primera vez que te besé. Te veías preciosa esa noche.

– ¿Sigues pensando que compré ese vestido por ti? –pregunto, risueña, al recordar aquella discusión. De lo más vergonzoso que he pasado.

– Bueno, traías la etiqueta del precio.

– Obvio, lo compré la tarde anterior. Pero fue porque salí de compras. No traje mucha ropa de Nueva York, mucho menos traje vestidos elegantes.

– Sí, claro. –responde, sin duda ignorando mi explicación.

– Eres un total engreído. Es mejor que salga de la cama o se me hará tarde.

– Aún falta mucho. –murmura, rodeándome con su brazo. Me acerca más a él, entrelazando sus piernas con las mías.

– Niall, ¿no traes pantalón? –pregunto al notar sus piernas desnudas jugar con las mías.

– Bueno, tú no traes vestido.

– No podía dormir con vestido, o se arrugaría.

– Yo no podía dormir con pantalón, o estaría incómodo. –responde de inmediato. No se le puede ir una.

– Buen punto.

Me incorporo un poco en mi lugar, lo suficiente para apreciar el rostro relajado de Niall. Sus parpados están cerrados, mientras que sus rosados labios se encuentran ligeramente entreabiertos.