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Idiota. Idiota. Idiota. ¿Cómo es que existe el nivel de idiotes que yo poseo? Ese chico me quiere robar el alma para regalársela al mismito diablo a cambio de su libertad y yo voy de lo más fiestera a mitad de la noche a un bosque que queda a más de tres horas de mi casa... Y para terminar de completar me lanzo a el solo para que me rechace. Es que ¿no podían mis neuronas entender la gravedad del asunto? En cuanto aparque frente a mi casa esa madrugada luego de el viaje que fue silencioso e incomodo, mire a mi lado, supongo que lo que esperaba era que se retractara o tal vez hasta que me besara, pero cuando me voltee hacia el Chad ya se había ido. No era novedad comienzo a pensar que solo es una simple alma en pena. Un demonio o fantasma andante.

"Sobre todo el chico que te trae las bragas mojadas" hablo mi subconsciente.

Ignore eso y entre a casa. Ya solo faltaba media hora para mi primera clase de la mañana en la Universidad, así que luego de un baño me vestí, tome mis libros y salí de casa.

***

Me encontraba dormida en clase y con la mitad de mi libreta de anotaciones bañada en mi baba.

— Señorita Doe, si tanto le aburre mi clase tome sus cosas y váyase— hablo la profesora quien explicaba la tarea desde la pizarra

Me levante de un golpe y vi que todos me miraban burlones

— Oh, gracias. Ustedes los maestros tan ocurrentes e inteligentes, tomare su consejo— me levante y tome mis cosas saliendo del aula y dejando a todos con la boca abierta.

Oh mierda enserio yo... Nirvana Doe acababa de contestarle a la profesora y de abandonar la clase... Esto me pasa por pasarme con demonios ya se me estaban pegando malas mañas. Lo más asombroso es que en ningún momento de mi pequeño acto de rebeldía sentí miedo o pánico... Todo fue tan natural.

Aun tenia sueño y como de seguro no me dejarían entrar a la clase ni aunque me disculpara camine hasta la biblioteca donde podría tomar una siesta hasta la próxima clase. Cuando llegue estaba completamente vacía así que camine hasta la ultima fila de tantas y tantos libros donde casi nadie iba ya que eran solo libros de poesía barata. Tire mi mochila y no me percate de donde había caído hasta que escuche el "coño"

— Oh.. Lo- lo siento. No te vi— tartamudeé tomando mi mochila que había aterrizado en la cabeza de alguien.

El chico se levanto de el suelo y tuve que subir mi cabeza para poder mirarlo a los ojos de lo alto que era, tenia cabello oscuro y corto, tez pálida, unos ojos cafés claros, labios carnosos y rosados además un cuerpo que se podía distinguir bajo esa camiseta negra de mangas dobladas. Mierda... Estaba más que bueno.

— Esta bien.. Mi culpa es por estar de vago leyendo en el suelo— me sonrió y note una perfecta fila de dientes blancos y derechos.

— De hecho la vaga era yo que venia a tomar una siesta— reí un poco — So...soy Nirvana— extendí mi mano para saludarlo ¿a dónde había ido la valiente de hace un rato?

— Justin, bonito nombre de hecho... Es por...— lo interrumpí antes que terminara

— Por la banda... Mi padre es un rockero frustrado y mi madre una amante a los libros. — termine por decir rodando los ojos

— ¿Eres hija única?— pregunto y asentí con la cabeza en respuesta— Ya veo por que la timidez y las mejillas rosadas.

"De hecho la timidez es natural y por las mejillas, pues solo me estoy imaginando como me la meterías"

—Soy..— lo pensé por unos segundos — Reservada— termine por decir dandole una pequeña sonrisa a la cual el contesto regalándome otra.

El es Virgen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora