Capítulo 56

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El día había empezado cálido, al menos así lo era en comparación a los días anteriores, ni siquiera tuve que abrigarme demasiado, con la chaqueta de mi uniforme y una bufanda bastaron. Hoy al salir de clases vino a recogerme Nana, tenía la tarde libre y aprovechó para verme y salir a dar un paseo. Aunque no fuimos solos, le pedí que firmara otro justificante para Jimin y así también poder salir.

Tenía pensado comprar un regalo para el cumpleaños de mi madre, Jimin no estaba muy de acuerdo conmigo, pero ella era mi madre y nunca fallé en ninguno de sus cumpleaños. Primero entramos en una tienda de ropa, pero no tenía muy claro sus gustos, además nunca salía de casa así que poco iba a usarla. Luego decidimos entrar en una tienda de electrónica, pero tan rápido entramos, salimos, mi madre no era mucho de tecnología, jamás la vi con una tablet o portátil, ni siquiera unos simples auriculares. Aparte de su móvil para casos de llamadas era lo único que usaba y ahora que lo recordaba ni la televisión veía.

Sin muchas idea terminamos entrando en una tienda de artículos variados, había de todo, difícilmente no podría encontrar algo aquí. Era bastante grande, con muchísimas estanterías, tanto en las paredes como por el centro de la tienda.

— ¿Por qué no vas a mirar? — Me preguntó Nana. Era evidente que iba a mirar, pero su pregunta me dejó claro que quería que me adelantara y los dejara a solas.

Simplemente asentí y caminé por los pasillos, sin darme cuenta giré mi cabeza, pues no notaba la presencia del pelinaranja y en efecto no estaba conmigo, sino con Nana hablando. ¿De qué tienen que hablar esos dos?, ¿ y desde cuándo se hablan? ¿Acaso no es la primera vez que hablan?

Sin darle mucha importancia me encogí de hombros y seguí en mi búsqueda. Había bastantes peluches todos diferentes y de distintos tamaños. Aunque me fijé en muchos que me parecieron lindos pensé que no tenía edad para eso.

— ¿Aún no te decides? — Pegué un pequeño brinco al oír su voz y el peluche que tenía en mis manos cayó al suelo. Él rio y lo cogió para devolvérmelo.

— No estoy seguro que regalarle. — Coloqué el peluche en su estantería.

— Quizás..., ¿nada?

— Jimin, no empieces.

— Es que no entiendo por qué debes regalarle algo.

— No debo, quiero.

— Como sea.

— Nunca he faltado a sus cumpleaños y desde siempre le he regalado algo.

— ¿Ella hace lo mismo contigo? — Me quedé callado, pues mi respuesta era dudosa. No siempre se acordaba de mis cumpleaños, la mayoría de las veces lo olvidaba o tenía que recordarle yo, pocas veces era ella quien lo recordaba, pero cuando eso ocurría me sentía feliz. — No puedes responderme.

— Sí puedo, pero no quiero. — Me alejé de los peluches y avisté unas cajas de músicas que llamaron mi atención. — ¿De qué hablabas con Nana?

— ¿Hmm? — Lo miré y volví a repetirle la pregunta. — Oh, no es nada. — Elevé una ceja y él al ver que no sonó muy convencido decidió continuar. — De ti. De como van tus clases y si estás teniendo problemas. — Seguí sin hablar, necesitaba más. — Evidentemente no le dije nada, tranquilo.

Ahora un poco más satisfecho cogí una de las cajas y la abrí. La música resonaba por todo el pasillo, tenía una bonita melodía, la típica de cajas de música, pero no dejaba de ser agradable.

— Es bonita, pero muy cursi para mi gusto. — Rodé los ojos y la cerré, provocando nuevamente el silencio en el pasillo.

— Ya le regalé dos. Una tercera no sería buena idea.

Tomorrow [JiKook] [BTS]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora