— Amor, sabes que me encantaría pero es imposible, ya tendremos tiempo de estar así en casa. —decía Michael intentando explicarme. Aunque sabía que él tenía razón, yo estaba haciendo todo para prolongar la noche que duró tan cortas horas— ¡No me pongas esa carita mi Julie!, me voy a duchar, ¿no quieres venir?

— Yo te espero aquí ¿si?

— Bueno, perezosa.

Lo que comenzó como una artimaña para conseguir que Michael se quedara conmigo en la cama unos minutos más, terminó siendo realidad. Mientras Michael estaba en el baño comencé a sentir un fuerte dolor de cabeza que me impedía siquiera levantarme, era terrible.

— Michael tengo un dolor de cabeza terrible.

— Si claro. ¡Ya no te creo nada! —dijo aún sin percatarse de que hablaba en serio.

— No, en serio me duele mucho, demasiado.

— ¿Pero ya pediste alguna medicina?, voy a llamar un médico

— No, está bien. Ya se me va a pasar, seguro es no sé, hambre o las pocas horas que dormimos.

— Entonces voy a pedir que traigan el desayuno y alguna medicina para acá. Yo tengo que ir ya a la prueba de sonido para esta noche, ¿estás segura que te sientes muy mal?

— Sí, pero no importa voy contigo. —dije disimulando.

— No, de ninguna manera. Quédate acá, no puedes levantarte, aunque no quiero dejarte sola...

— Tranquilo Mike, estaré bien. Acá hay enfermería y todo, además yo creo que se me va a pasar pronto, quizás me resfrié o algo... ha de ser cansancio simplemente.

— Bueno amor, avísame cualquier cosa por favor, ¿si?

— Claro, ve tranquilo.

Michael me dio un beso en la frente, acarició mi mejilla y se fue. Tomé algunas pastillas, no tenía nada de hambre. Me dí un baño y eso fue peor, me vino un sueño terrible así es que dormí toda la tarde hasta la noche.

Cuando desperté bajé a ver al doctor del hotel, que me dio otros analgésicos y dijo que seguro me había dado una gripe. En la habitación sonó el teléfono.

— Amor, ¿como estás? —dijo Michael.

— Mejor, pero creo que me quedaré acá ¿no te molesta?

— Claro que no, descansa y come algo. Luego llegaré. Un beso, ¡te amo!

— ¡Te mando mucha suerte amor! Aunque sé que no la necesitas porque eres el mejor, te amo, ¡te amo Michael!

— jaja linda, yo también te amo. Aprovecha de descansar, nos vemos más tarde.

Esa noche Michael actuó y yo no pude verlo, me quede todo el día en el cuarto esperando que se me pasara y esperé nerviosa pensando cómo les estará yendo en el concierto. Me tranquilicé un poco cuando en la TV mostró la gente saliendo feliz del recinto, y luego de unas horas llegó él. Pasamos una noche tranquila, aburrida. No hay nada peor que estar con gripe.

Al día siguiente viajamos a Hockenheim para dar el tercer concierto en Alemania, todo salía estupendamente bien, ya estábamos en la etapa final de la gira, quedaban algo así como unas 8 fechas.

Así pasó un par de meses y viajamos por Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, y otros lugares... en cada uno de ellos Michael reconquistaba a su público y pasábamos días hermosos. Visitando miles y miles de niños en los hospitales, regalándoles una sonrisa, conociendo diferentes culturas y personas maravillosas. Y en cada lugar visitábamos alguna juguetería, preciosas tiendas de arte, museos increíbles, y restaurantes exquisitos.

"Speechless" - TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora