En tu mirada

Parte 50: Positivo

- ¿Perdón?

- Tengo semana y media de retraso.

- Oh, no. No me digas eso. ¿Es broma?

- Jorge Salinas, ¿cómo va a ser broma? - ella cruzó los brazos y lo miró fijamente, con seriedad.

- ¿Y no te habías dado cuenta? Es decir... ¿Pasó una semana y media, y no se te hizo raro?

- Pues... entre tantas cosas que han pasado últimamente, era lo que menos me preocupaba. - él se sentó junto a ella y se bebió el jugo que le había llevado.

- Voy a llamar a la farmacia para que nos traigan una prueba de embarazo.

- Son casi las diez de la noche.

- Hay farmacias de 24 horas. Y eso nos urge.

Jorge se levantó rápidamente y fue a llamar. Silvia se quedó sentada en la cama, tratando de hacer cuentas desde la vez que estuvo con Jorge, en los días del congreso.

Cuando él regresó, volvió a sentarse a su lado, nervioso.

- Y si sale positivo, ¿qué?

- ¿A qué te refieres?

- Pues... Es que las cosas se van a poner difíciles, Silvia.

- ¿Por?

- Porque... Un embarazo es una explícita evidencia de que existió el acto sexual entre una persona y otra. Y David lo puede utilizar para acusarte por adulterio, y fastidiarnos la vida a los dos.

- Y, ¿qué es lo peor que puede pasar?

- Sigues viendo las cosas mucho más sencillas de lo que en realidad son, ¿no? Eso no se te ha quitado. Te voy a buscar el código penal federal para que busques la parte en la que viene todo lo que puede pasar.

- Hey, tranquilo. Ni siquiera sabemos si de verdad estoy embarazada o no, podría ser falsa alarma. - Jorge resopló, nervioso.

- Perdona, es que... Las cosas pueden empeorar si es cierto que lo estás. Me... estresa que... Todo esto pueda ponerse peor, y por algo que se pudo evitar si...

- Cálmate ya. Sea lo que sea, vamos a enfrentarlo juntos, ¿de acuerdo?

Jorge se quedó en silencio hasta que escuchó que tocaban el timbre.

- Debe ser el de la farmacia. Yo voy. - se levantó rápidamente y bajó a recibir el pedido.

Cuando volvió, entró corriendo al departamento; Silvia escuchó sus apresurados pasos desde el pasillo. Lo vio entrar en la habitación y acercarse hasta quedar arrodillado frente a ella.

- ¿Puedes hacerlo de una vez, por favor? - preguntó, y a ella le dio la impresión de que él estaba a punto de ponerse a llorar.

Asintió en silencio y se levantó de la cama para ir hacia el baño; hizo la prueba y esperó pacientemente a que saliera el resultado.

Él la vio volver a la habitación; llevaba los brazos cruzados, y le parecía que caminaba infinitamente lento.

- ¿Qué pasó? - él se acercó a ella y la tomó suavemente por los hombros.

- Salió positivo, Jorge. Estoy embarazada.

Jorge se mordió el labio, nervioso, tratando de pensar qué decir o qué hacer. Además, la mirada de Silvia lo intimidaba en ese momento, porque estaba seguro de que ella intentaba adivinar cuál iba a ser su reacción.

- Si quieres ver la prueba, la dejé en el baño.

No le soltaba los hombros, tampoco decía nada, ni se movía de donde estaba.