Parte 22: Primer mes

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- Yo te dije que no podía prometerte que iba a cambiar, y mantengo lo que digo. Sin embargo, creo que no es correcto que esté abrazándote y besándote nada más así, porque me gusta y quiero hacerlo. Tú mereces ser tratada como la damita que eres. - ella sólo sonrió. - Silvia Angélica, ¿quieres...? ¿Quieres ser mi novia?

- Dios, eres un lindo. - ella se soltó de las manos de él y lo abrazó. - Sí, sí quiero, sí quiero ser tu novia, Jorge, sí. - Silvia lo apretó con fuerza y él sonrió.

De repente sentía que dejaba de temblar de nervios para empezar a temblar de emoción. Por supuesto que nunca le había pasado algo como aquello, y la sensación más bonita del mundo era tenerla entre sus brazos, escuchar su voz y percibir el aroma de su piel y su cabello.

- No puedo creer que el Señor Perfección, siempre tan frío e insensible, ya tenga novia. - le dijo ella, separándose un poco para mirarlo.

- Y además tengo ya una novia preciosa.

- Aunque no te guste darlo a notar, eres un romántico de primera.

- Sólo contigo, ya te lo había dicho; no sé qué has hecho conmigo.

- Quererte y ya. - él le sonrió y la tomó por la cintura.

- Entonces gracias por quererme.

- Gracias por dejarme hacerlo. - ella lo soltó y Jorge volvió a tomarle la mano para dejarle en la palma el objeto que había sacado de su bolsillo.

- Te traje algo para no verme tan informal.

- Con lo correcto que eres, de milagro no lo hiciste frente a mi padre.

- Lo pensé, créeme, pero iba a ponerme más nervioso, así que preferí hacerlo sólo contigo. - ella tomó lo que él le daba.

- Está tan oscuro que no logro distinguir bien lo que es, así que... Lo observaré a detalle en cuanto salgamos.

- Bien. Sigamos recorriendo esto, ¿te parece?

- Sí.

Comenzaron a caminar hacia el lado izquierdo de la estancia circular, por donde había una puerta; era un pasillo con peceras a los lados donde había más especies, todas ellas llamativas. Silvia le tomó la mano a Jorge, entrelazando sus dedos con los de él.

- Esto es muy emocionante. ¿Te das cuenta de que es nuestro primer paseo como noviecitos oficiales? ¿No sientes cosquillitas en tu estómago? - él rio.

- Sí, sí siento eso. Eso y mil cosas más. - él la miró. - ¿Te da gusto que ya seamos novios?

- Sí, creí que jamás me lo pedirías, porque siempre evitabas el tema. Ya hasta pensaba pedírtelo yo. - Jorge se echó a reír.

- Mentirosa. - le dio un beso en la mejilla.

Caminaron hasta un pasillo que tenía peceras arriba y a un lado; del otro lado había un espejo y Silvia miró el reflejo.

- Me veo pequeña en comparación contigo.

- Es que yo soy alto y fuerte. - él también miró el reflejo, haciendo que ambos quedaran de frente al espejo. - Caramba, sí eres muy pequeña.

-Tú eres muy grande.

- Da lo mismo, somos lindos juntos.

- Hasta amerita una foto. - ella sacó su teléfono. - Abrázame como si no te diera pena. - Estuvieron un rato ahí, intentando que salieran bien. - George, quédate quieto, deja de moverte ya.

- Nunca he sido fotogénico.

- ¿Estás loco? Eres tremendamente guapo, y eso se tiene que notar en las fotos.

En tu miradaWhere stories live. Discover now