53. Te necesito, mamá.

Start from the beginning
                                    

– Yo... iba conduciendo muy rápido. Tenía un par de copas encima, y al dar vuelta en una esquina, fui a parar contra un poste. –dice levantando su mirada y enfrentándose a la mía.

– ¿O sea que encima ibas ebrio? –mis cejas se alzan en sorpresa.

– Bueno... –se encoje de hombros y desvía su mirada de nuevo.

– Lo que me contó Louis no fue eso. Además me dijo que me contarías la historia completa. Así que te escucho.

– ¿Qué fue lo que te contó Louis? –murmura regresando su mirada a la mía.

– Todo. –sus ojos se abren a tope, y no sé si lo que distingo es sorpresa o temor. –Bueno, casi todo. Me lo dijo todo incompleto porque, según, tú me dirías todo. No sé a qué se refería, pero quiero saberlo, necesito saberlo.

Niall cierra sus ojos y los aprieta tan fuerte que pienso que se le podrían meter al cerebro. Por su reacción, ya no sé si vaya a ser tan bueno lo que vaya a decirme, si es que me lo dice.

– Fui a reunirme con unos amigos. Ya venía bebiendo unas copas en el vuelo de regreso a Londres, y seguí bebiendo con ellos un poco y... Salí en mi auto, iba conduciendo demasiado rápido. Recuerdo que iba a dar vuelta en una de las calles, cuando el otro auto se vino contra mí. Así que para evitar que me golpeara, giré al lado contrario, mi auto derrapó y fui a parar contra un poste de concreto. De ahí ya no recuerdo mucho. –finaliza, pero hay algo que no me deja de convencer. Hay algo que aún no me dice.

– Eso no es todo. ¿Qué más pasó? ¿Qué hiciste como para que el otro auto se viniera contra ti? –Niall suspira pesadamente.

– Íbamos haciendo una carrera.

– ¿Qué?

– Cuando estaba con mis amigos, llegó un imbécil que se cree el jodido rey perfecto. Llegó alardeando y provocándome. Así que hicimos una apuesta y corrimos en nuestros autos. –toda la sangre que sentía correr hace unos minutos, ahora se ha congelado.

– ¿C-Correr? Niall pero... ¿C-Como? ¿Dónde?

– En los barrios bajos. Es lo que hacemos.

Su respuesta me deja helada. La fluidez en su voz hace notar como si lo hubiese ensayado cientos de veces pero, a pesar de eso, se escabulle un poco de inseguridad en su voz.

"Es lo que hacemos".

¿Correr? ¿En carreras de autos?

– ¿Cómo? –apenas logro decir.

– Yo... hago carreras, pero solo por las noches.

– ¿Carreras clandestinas? –pregunto temerosa de su respuesta. Él asiente con su mirada aun sobre la mía. – ¿No es eso ilegal? –vuelve a asentir.

Joder, joder, joder. ¡No! No puede ser eso. ¡¿Cómo demonios se le ocurre hacer eso?! ¿Cómo... como es que...? ¡No entiendo! A pesar de ya haberlo escuchado de su boca, aun no me queda nada claro.

– ¿Por qué? ¿Con que propósito? –murmuro. Él vuelve a encoger sus hombros.

– Solo lo hacemos por diversión. A veces apostamos cosas, pero son cosas estúpidas, ya sabes.

– No, no lo sé. –trato, de verdad lo hago, de no alterarme justo aquí, pero el ligero temblor que se apodera de mi cuerpo no me lo permite del todo. – ¿Es lo que haces los sábados por la noche?

– Y algunos otros días entre semana. –murmura, y creo escuchar un ligero tono apenado en su voz.

– Niall, ¿pero qué demonios estabas pensando? ¡Pueden meterte a la cárcel!

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Where stories live. Discover now