"Éste es idiota" "De verdad que no entiende que mi cabeza está en juego"

El camarero llegó en ese momento, "gracias señor". Sirvió cada plato que pedimos y después de marcharse, comenzamos a comer. No llegué a darme cuenta de que pedí hasta verlo delante de mis narices; pescado. Jimin me lanzó una mirada, igual no se imaginaba que su primera vez en un restaurante así fuera a comer pescado, supongo que esperaba alguna deliciosa y jugosa carne.

"Que se aguante, por contestón"

— Me gustaría que al salir de aquí vinieras casa. — Los palillos que sostenía en ese momento resbalaron de mis dedos, cayendo hasta el suelo. Un camarero se acercó rápidamente y los recogió, yendo a por unos limpios.

— No creo que pueda. — Contesté.

— No te lo estoy preguntando. — Su voz tan autoritaria helaba cada rincón de mi cuerpo. — Mañana le diré a Han que te lleve hasta la escuela. Esta noche te quedas en casa.

Jimin puso su mano sobre mi muslo, volviéndome en si, lo miré y me guiñó un ojo. — Señor, lo siento, pero JungKook y yo tenemos un trabajo que hacer, es muy importante y mañana es el último día de entrega.

— Entiendo. — Dijo mi padre. Solté un suspiro casi inaudible y tapando mi boca con la mano disimuladamente, agradecí a mi pelinaranja.

La comida transcurrió algo silenciosa, sólo me preguntaba sobre asuntos sin importancia, a las que respondí todas tranquilamente. Todo estaba yendo sobre ruedas, hasta que empezó a hablar de su trabajo y despotricar de sus empleados. Jimin había permanecido en silencio desde la última frase que había hecho salvar mi cuerpo de estar una noche con él, pero su silencio acabó.

— ¿Se siente bien hablar así de sus empleados? — Di un golpe en el muslo de Jimin, pero lo ignoró por completo. — ¿No cree que ya que trabajan para usted debería tratarlos con más respeto? — Otro golpe. — No son simples piezas, son personas. — Le di un pellizco. — Quizás por sus decisiones y estupideces alguna familia ahora esté sufriendo las consecuencias. — Mi cara estaba desencajada, y no quería ni saber la cara que podría tener padre ahora mismo.

Una copa impactando fuerte en la mesa y rompiéndose en pedazos provocó que Jimin se callara. Miré a mi padre aterrado, tenía un corte en la mano y un hilo de sangre bajando por ésta. Lo miré ahora a los ojos y me miraba a mí, no a él. Por su mirada sentí que debía hacer algo, me levanté y fui hasta su lado, cogiendo una servilleta y después de retirar la copa de su mano, comencé a limpiar la herida.

Jimin me miraba con la mandíbula apretada. Fue una mala idea traerlo, ya sabía que algo así pasaría y más sabiendo que hay algo por lo que guarda rencor a mi padre.

"Fui un idiota"

— Me haces daño. — Me arrebató la servilleta de las manos y se limpió él mismo. Sin decir nada quise levantarme para volver a mi asiento, pero me sostuvo por el hombro y me sentó de nuevo. — ¿Sabes?, igual debería cambiarte de escuela. — Dijo, limpiándose la herida con brusquedad. — No te conviene estar cerca de gente como... él. — Ambos se quedaron mirándose, como si de una batalla se tratase.

— Ha tenido un mal día, no se lo tenga en cuenta, por favor. — Le supliqué.

Devolvió su vista hacia mí, pasando su mano buena por mi mejilla. — Quédate esta noche en casa y lo hablamos. — Jimin se levantó casi tirando todo lo que había en la mesa. Se retiró un par de pasos de ésta, con su rostro conteniendo las miles de cosas que quisiera soltar, pero sin más se dio media vuelta y salió del restaurante.


[...]

Cuando salimos nosotros miré hacia todos lados, buscando a Jimin, pero no lo vi por ninguna parte. Me había dejado tirado, después de la que lio. Ahora por su culpa estaba más furioso y sin descartar la idea de que termine por quitarme de esa escuela y cuando lo haga descubrirá que esa no es a la que asisto.

Tomorrow [JiKook] [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora