Capítulo 37

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¿Cómo era que siempre la seguían los problemas a todos lados? Esa era una pregunta que Emma solía hacerse, sobretodo en momentos como ese, donde alguien de su pasado volvía a aparecer para generar conflicto en ella. Al salir del colegio no se había esperado encontrarse a Neal, pero al parecer él tenía otras ideas. Al verlo, la última conversación que habían tenido en la estación de servicio se revivió en su cabeza y la hizo sentir vulnerable. Ella no quería que él la siga afectando, pero a veces de lo que uno quiere a lo que uno puede hay un largo camino.

- ¿Qué haces acá? – Preguntó ella sorprendida.

- Vine a verte, necesito a hablar con vos. – Respondió él, acercándose a ella e invadiendo su espacio personal.

- Pero yo no quiero verte, ni quiero hablar con vos. – Dijo ella de manera cortante y dando un paso hacia atrás para alejarse de él.

- Dale Emma, no lo hagas más difícil de lo que es. – Insistió él.

- Quien está haciendo ésto difícil sos vos. – Lo acusó ella señalándolo. - ¡¿Qué parte no entendes de que no quiero verte nunca más en mi vida?! – Exclamó frustrada.

- Te conozco y se que eso no es lo que queres en verdad. – Dijo él con seguridad, volviendo a invadir el espacio personal de ella.

- Te equivocas, no me conoces y lo que quiero es que te vayas de mi vida para siempre. – Discutió ella sacudiendo su cabeza.

La discusión continuó hasta que finalmente Neal perdió la paciencia y la empujó contra la pared, acorralándola con sus brazos. Emma le dio un par de golpes en su pecho para separarlo de ella, y le gritó reiteradas veces que no la toque y se aleje de ella. Sus quejas y pedidos sin embargo, no tenían efecto, y eso la hacía poner cada vez más nerviosa. Ante la incomodidad de la situación sintió que su respiración se entre cortaba, y estaba segura de que iba a tener un ataque de pánico en cualquier momento. Lo que menos quería era que Neal la vea en ese tipo de estado, pero no podía evitarlo, lo sentía venir. De repente, sin que lo esperara, alguien agarró a Neal y lo empujó alejándolo de ella.

- ¿Qué demonios? – Preguntó Neal desde el piso, desprevenido y confundido por lo que acaba de suceder.

- Ella dijo que te no la toques y que te alejes, así que mi sugerencia es que hagas eso al menos que quieras empezar una pelea. – Advirtió Liam con seriedad.

- ¿Liam? – Preguntó ella abriendo los ojos al reconocer la voz.

- Hola Emma. – La saludó Liam con una pequeña sonrisa. - ¿Estás bien? – Pidió saber algo preocupado.

- ¿Si yo estoy bien? La pregunta correcta es si vos estás bien, ¿Qué haces acá? ¿Cómo te fue en el ejército? – Dijo Emma, cuestionando y expresando todo lo que había pasado por su cabeza al encontrar a Liam allí con ella.

- Bien, estuve en un accidente, así que me dejaron regresar antes. – Explicó él mostrando que le faltaba su mano izquierda.

Cansado de la interrupción Neal se volvió hacia ella, pero antes que pueda tocarla Liam la apartó de su lado pegándole una fuerte piña en la cara. Emma se sintió muy agradecida de que Liam la defendiera de esa manera, aún cuando no se conocían mucho. Al parecer los hermanos Jones eran igual de caballeros, respetuosos y leales en ese sentido. La pelea, sin querer, atrajo la atención de las personas que estaban cerca. De un momento a otro, Emma se vio rodeada por sus amigos que intentaban dar cuenta de lo que estaba sucediendo.

Elsa y Killian recibieron a Liam con gran cariño y afecto, los dos tan sorprendidos como Emma al encontrarlo ahí. Hace diecisiete días que no tenían noticias de Liam, hace diecisiete días que hablado por skype por última vez. Al parecer en ese tiempo Liam sufrió un accidente que hizo que no pueda comunicarse por un par días, y que hizo que vuelva antes de su tiempo obligatorio en el ejercito. Liam volvió a explicar lo de su mano velozmente, sin dar mucho detalle al respecto. Después explicó lo que había pasado, generando que todos se vuelvan hacía Neal con bronca y enojo.

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