Capítulo 23

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Advertencia: el capitulo contiene referencias a la muerte y la auto mutilación.

La semana siguiente, cuando Emma volvió a tener que ir a la clase de literatura se sintió muy nerviosa. Tenía miedo de enfrentar a Belle. Ella estaba acostumbrada a que las personas se enojen o se decepcionen de ella, pero dolía cuando era por algo así de injusto. Durante toda la clase evitó participar y hacer contacto con la mirada de su profesora. Sin embargo, cuando Belle repartió los exámenes, se sorprendió al encontrar que su nota era un nueve. ¿No se suponía qué por el episodio de copiarse la iba a reprobar? Ella se había estado esperando un uno. Al ver la nota se sintió confundida y nerviosa, no terminaba de entender que era lo que había sucedido para que su profesora haya decidido ponerle una buena nota. Cuando sonó el timbre, guardó sus cosas y se levantó de su banco. Estaba por salir del aula, cuando Belle le pidió que se quede para hablar. Se dirigió al escritorio de su profesora y esperaron a que los demás alumnos terminaran de salir.

- Emma te quiero pedir perdón. – Dijo Belle una vez que se encontraron solas en el aula.

- ¿Perdón? ¿Por qué? – Cuestionó Emma sorprendida y confundida.

- Por lo que pasó durante el examen la semana pasada, por no haber confiado en vos. – Respondió Belle.

- En cuanto a eso, no entiendo mi nota. ¿Un nueve? ¿No tendría que ser yo quien pida perdón y repruebe cuando fui la que se copió? - Dijo Emma jugando con el morral que colgaba de su hombro para calmar sus nervios.

- Te mereces ese nueve Emma. – Dijo Belle con sinceridad. – Al leer tu examen y las hojas con las que supuestamente te estabas copiando, me di cuenta que no tenían nada que ver. – Explicó.

- Bueno, supongo que gracias. – Dijo Emma soltando un gran suspiro de alivio.

- Tengo la sensación de que si te pregunto de quienes eran esas hojas no me vas a decir, ¿Cierto? – Pidió saber Belle.

- No, lo siento. – Se disculpó Emma mordiéndose el labio.

- Eres valiente y buena persona. – Comentó Belle con una sonrisa. – Solo intenta no meterte en muchos problemas por eso, ¿Quieres? – Le aconsejó.

- Eso intentaré. – Aceptó Emma con una pequeña sonrisa.

Al salir del aula sonrió y respiró aliviada, eso había resultado mucho mejor de lo que había esperado. Que el plan de Milah y Regina no haya funcionado, la hizo sentir que había logrado una pequeña victoria. Estaba tan perdida en sus pensamientos, que se sobresaltó cuando su celular vibró en su bolsillo.

- ¿Y? ¿Le dijiste la verdad a Belle? – Henry.

- No, pero digamos que la descubrió por si sola, me puso un nueve. – Emma.

- ¡Felicitaciones, sos lo más! – Henry.

- Te veo a la tarde, te quiero mucho. – Emma.

- Acá te voy a estar esperando, te quiero más. – Henry.

Emma fue a clase de historia con Elsa y Ruby. La mayor parte de la clase no pudo concentrarse, ya que Regina le mandaba miradas asesinas desde el otro extremo del aula. ¿Cuál era su problema realmente? No había hecho nada para molestarla, así que no comprendía porque la morocha se mostraba enojada al punto de explotar. Cuando terminó la clase, fue al baño y al salir se encontró con Regina.

- ¿Por qué no le dijiste la verdad a Belle? – Preguntó Regina seriamente.

- No soy una buchona. – Respondió Emma con sinceridad.

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