Capítulo 36

473 46 1
                                    

A Emma nunca le había agradado la idea de ir a un psicólogo, ni hacer terapia. No sabía bien porque, pero creía que el motivo debía ser que no siempre se estaba listo para hacerlo. Emma había ido en algunas ocasiones, pero siempre por obligación de sus trabajadoras sociales o de los directivos de los colegios a los que había ido. Desde que vivía con sus padres, que ellos lo dejaron a su elección. Y finalmente, Emma se sentía lista para hacerlo. La verdad es que necesitaba ayuda y estaba bien admitirlo. Lo que había pasado con Neal y lo que había pasado en el cumpleaños de Regina, eran hechos que le habían demostrado que no podía sobrellevar las cosas solas. Que a pesar de que quería estar bien, a veces le era difícil estarlo y no caer en lastimarse o emborracharse. A veces no podía enfrentar las situaciones estando sola, y eso no estaba mal. Ella tenía amigos y una familia, pero no siempre podía apoyarse en ellos, ella tenía que aprender a estar bien con su ser y enfrentar sus problemas por si misma.

- Buen día. – Saludó David al ver a su hija entrar a la cocina.

- Emma. – Dijo Leo señalando a Emma desde su silla.

- Hola peque. – Saludó Emma dando un beso en la cabeza de su hermano. – Hola mamá, hola papá. – Saludó a sus padres y se unió a la mesa para desayunar.

- Hola cariño. – Dijo Mary Margaret con una sonrisa y le alcanzó una taza con chocolate caliente.

- Quiero hablar con ustedes de algo importante. – Dijo Emma después de un largo silencio, donde solamente se había dedicado a tomar su chocolate.

- Te escuchamos. – Dijo Mary Margaret prestando toda su atención a su hija.

- Sabes que podes hablar con nosotros de lo que sea. – Aseguró David al notar a Emma algo nerviosa e insegura.

- Lo sé. – Asistió Emma dando un largo suspiro. – Es solo que, creo que me gustaría ir al psicólogo. – Confesó jugando con la cuchara que tenía en su taza.

- Eso está bien, si queres ir podes hacerlo. – Aceptó David algo sorprendido ante lo que quería su hija.

- ¿No les molesta? ¿No se van a enojar si voy a terapia? – Cuestionó Emma observando a sus padres atentamente para asegurarse de que sean sinceros.

- Claro que no nos molesta, ni nos va a enojar. – Aseguró David quitando toda preocupación de Emma de su cabeza.

- Nosotros queremos que estés bien, y si para estarlo crees que necesitas ir a un psicólogo entonces te ayudaremos a buscar uno. – Dijo Mary Margaret con convicción.

- De acuerdo, gracias. – Dijo Emma volviendo a respirar aliviada.

- No tenes que agradecernos... - Comenzó a decir David.

- De hecho si, tengo que hacerlo. – Lo interrumpió Emma. – Porque no me obligaron a ir, sino que lo dejaron a mi elección. – Explicó.

- Nosotros jamás te vamos a obligar a hacer algo que no quieras. – Prometió Mary Margaret.

- ¿Qué hay con ir al colegio? – Bromeó Emma.

- ¡No te hagas la viva! – Exclamó David entre risas.

- Hablando en serio, se que ustedes supieron de mis problemas desde que leyeron mis expedientes. – Dijo Emma mientras acariciaba las cicatrices de sus muñecas. – Así que gracias por darme mi tiempo para aceptarlo y hacerme dar cuenta que pedir ayuda no está mal. – Agregó a modo de explicación.

- El hecho de que pidas ayuda, demuestra lo fuerte y valiente que sos. – La halagó David.

- Estamos orgullosos de vos, y siempre vamos a estar para ayudarte. – Afirmó Mary Margaret.

Family BusinessWhere stories live. Discover now