Ice cream

17. Petit copains

El muchacho sonrió, no importaba las tantas marcas de amor que Niall le hiciera, Zayn las iba a amar sin importar que tendría que cubrirlas porque nadie debía darse cuenta. Mejor dicho, no importaba lo que Niall le hiciera (en el sentido amoroso, tierno, cursi) Zayn iba a amar esas cosas sin importar qué.

Sonó el timbre y el pelinegro ni se había dado cuenta cuando fue que la hora pasó tan rápido, pero iba a ser obvio porque estaba tan sumido en sus pensamientos y sonriendo enamorado que Alexa se dio cuenta y sonrió porque descubrió que no era la única así. El profesor también, sonrió con ternura cuando vio lo enamorado que se veía el muchacho al solo pensar y recordar y prefirió no hacer nada, de hecho, terminó de hablar y se sentó, viendo que algunos de sus alumnos estaban cansados, otros pensaban y sonreían (aka Zayn y Alexa) y otros solamente miraban por toda la sala de clases.

El pelinegro con cuidado despertó a Liam, quién algo adormilado se levantó del asiento con torpeza y caminaba hacia la puerta. El menor iba detrás de él, mirando divertido como Liam iba chocando con algunas mesas y como arrastraba su mochila por el suelo mientras refregaba su ojito con su mano restante.

Un pequeño golpecito en su hombro hizo que el pelinegro se diera vuelta, encontrándose con los ojos avellana de Marie. Ella sonrió tímida y tenía las mejillas algo rosadas. Si Zayn no hubiera conocido a Niall hubiera caído de nuevo por Marie... pero bueno, Zayn si conoció a Niall. Y en todo caso, Zayn no caería por él, porque bueno, Niall no dejaría que su pequeño amor cayera.

—¿Sucede algo? —Preguntó el pelinegro.

—Me preguntaba si querías ir a comer algo, un helado, no sé —Dijo la castaña dubitativa.

—Perdón Marie, pero estoy ocupado —Dijo Zayn, girándose—, Adiós —Dijo mientras caminaba hacia su amigo quién ya estaba lo bastante despierto para ver la situación.

—¿Tuve que haber grado su reacción?, ¿Puedo ir para decirle que conociste a alguien mejor? —Preguntó el castaño en unos leves susurros.

Zayn negó con la cabeza divertido y ambos caminaron saliendo del colegio.

Iban a paso lento, tranquilo. Nada impedía que no disfrutaran del clima del día, lo hermoso de la ciudad.

Hasta que Zayn vio una cabellera rubia conocida.

—Al parecer tu ángel vino por ti, Zee —Dijo Liam, sonriendo y sus ojos achicados, luciendo adorable.

Zayn se sonrojó levemente y su sonrojo aumentó cuando vio que Niall lo miraba de vuelta y le sonreía... Y es que, Niall lo miraba como si fuera la persona más hermosa que había visto.

Ambos caminaban de las manos tomadas, entrelazadas. Niall sonreía mirando por todo el lugar mientras Zayn miraba hacia el suelo avergonzado, cubriendo la tonta sonrisa que tenía con la bufanda.

—¿Qué tal fue tu día, amor? —Preguntó el rubio después de un silencio.

—Bien, no hice nada en todo el día así que fue perfecto —Respondió el pelinegro, Niall lo miró.

—Hay veces que extraño el colegio —Dijo algo melancólico. Zayn lo miró.

—¿En serio?

—Sí, el colegio no es malo. Tienes buenos momentos con tus amigos, profesores muy buena onda... o bueno, algunos; travesuras que haces y que nunca vas a olvidar. Es parte del humano extrañar algo que deja de tener de un día para otro, ¿sabes? —Dijo mirando al cielo con una sonrisa a medias.

El pelinegro lo quedó mirando, quedó mirando su perfil y luego sonrió cuando los ojos azules de Niall chocaron con los suyos.

—Te quiero —Dijo el pelinegro, sin pensarlo.