– Muy bonito. –comento embobada por la maravillosa vista.

– Lo sé. –dice orgulloso. ¿Así o más egocéntrico? Me giro a verlo y lo miro mal. – ¿Qué? –pregunta inocente.

– ¿Sabes? Deberías de ser más modesto y agradecido.

– Ven, mejor comamos. –dice señalando una de las sillas frente al escritorio. Para mi sorpresa se sienta a mi lado y no detrás del escritorio. Pone la bolsa de papel sobre sus rodillas y comienza a sacar nuestra comida. –Hamburguesa con tocino y sin papas, porque alguien ya se las comió. –dice dándome mi hamburguesa.

– Solo porque alguien se las comió primero.

– Moría de hambre. ¿Qué esperabas que hiciera?

– Que me esperaras. Yo también moría de hambre y aun así entré a la empresa.

– Bueno, ya. Me declaro culpable. ¿Contenta?

– Un poco, creo. Pero creo que merece una venganza. -no puedo evitar sonreír. Admito que es un poco divertido discutir con él.

– Oye, no. Tú te vengaste comiendo tus papas en el camino. ¿Sabes lo que es estar hambriento y que coman algo delicioso frente a ti? Con eso fue suficiente. –dice dramatizando.

– De acuerdo, ya. Mejor comamos. –digo riendo. ¿Cómo es que nos estamos peleando por comer papas? A veces puede ser tan fácil y normal hablar y estar con él.

Saca también su hamburguesa de la bolsa y comenzamos a comer mientras hablamos un poco.

– ¿Y qué hacías en periodos de apoyo? –pregunta sin dejar de comer. Pareciera que se podría ahogar, pero se ve gracioso.

– No son periodos de apoyo. Bueno, no exactamente, no para mi. Es solo que estoy en dos facultades y me tengo que quedar más tiempo en la universidad. –digo con un mohín. Y pensar que así serán todos mis días de clases.

– ¿Es en serio? –dice frunciendo el ceño con su boca llena, haciéndome reír.

– Sí, es en serio. –respondo divertida.

– ¿Y cuál es tu otra facultad?

– Artes plásticas.

– Eso también debe de ayudar en la empresa, ¿no?

– Mucho. –suspiro.–Pero también lo hago porque me gusta. Administración no era mi primera opción, pero siendo la vicepresidenta y sucesora de la empresa, debo de saber mucho sobre el manejo de todo eso. Así que digamos que en parte lo hago por mamá.

– Vaya, no creí que fueras a estar en dos facultades. ¿Pero no será muy agotador para ti?

– Creo que tal vez será bastante pesado, pero también creo que puedo sobrevivir. En Nueva York muchas de mis clases eran en línea, así que no era tan pesado. -gracias a que pude llevar muchas de mis clases así, pude continuar trabajando con mamá. -Por cierto, ¿tú que hacías en periodos de apoyo? Se supone que tú salías un periodo antes. –pregunto un poco desconcertada. A decir verdad, no lo vi en las últimas clases de administración, ni siquiera en el almuerzo.

– Bueno... Me quedé con el profesor de música a ayudarlo con algunas cosas.

– ¿De música? ¿Estás en el taller de música?

– Sí. Como mañana comienzan los talleres, me pidió que le ayudara a organizar los instrumentos y algunas partituras. Por cierto, ¿en qué taller estas?

– En música. –otra clase con Horan, bravo. Él sonríe con un brillo misterioso en sus ojos azulados.

– Eso suena genial. ¿Qué instrumento tocas?

Viaje Inesperado [N.H.]© Parte#1Where stories live. Discover now