Jungkook solo se quedó ahí.
Mirando cómo su silueta se alejaba, entre luces, risas y máscaras. Con el corazón latiendo demasiado rápido. Con la adrenalina quemándole la garganta. Con las manos aún temblando.
Pero también con una certeza.
Lo había encontrado.
Y no iba a dejarlo ir.
La música se elevaba como un suspiro constante, enredándose entre los cuerpos que se movían en la pista. Entre las luces, entre los destellos de antifaces dorados y trajes oscuros, la figura de Taehyung brillaba como si no perteneciera a ese mundo de caos y celebración. Su risa, apenas audible entre el ritmo, parecía estar en otro plano, uno donde el dolor no existía y las máscaras no eran necesarias. Jimin lo sujetaba por la muñeca mientras bailaban, empujándolo a moverse, a soltarse, a olvidar. Y Taehyung, aunque con el corazón aún sensible, lo intentaba.
Desde la distancia, Jungkook lo observaba.
Con una copa entre los dedos y el antifaz ligeramente ladeado, el ídolo no podía apartar los ojos de él. De sus pasos. De su sonrisa. De sus gestos. Y Yoongi, a su lado, también lo notó.
—Ve —dijo con voz baja, empujándolo levemente con el hombro—. Hazlo antes de que te arrepientas... otra vez.
Jungkook le lanzó una mirada agradecida, dejó la copa en la mesa más cercana y comenzó a abrirse paso entre la multitud. Sus pasos eran lentos pero firmes, sus manos sudaban, su pecho se llenaba con cada respiración que intentaba calmar su ansiedad. Se acercaba. Estaba tan cerca.
Justo en ese momento, la música cambió a un ritmo más lento y elegante, dando paso a una dinámica de intercambio de parejas. Una especie de vals moderno se abría entre la multitud como un río nuevo, y Jungkook, aprovechando la oportunidad, se acercó finalmente a Taehyung.
—¿Puedo...? —preguntó, extendiendo una mano hacia él.
Taehyung lo miró. Su antifaz cubría parte de su rostro, pero había algo en sus ojos que lo hizo detenerse. Vaciló. Luego, asintió.
—Claro.
Sus manos se encontraron y el mundo se desvaneció.
Como si alguien hubiera bajado el volumen del universo, como si las luces hubieran decidido iluminar solo ese pequeño rincón del salón, ellos comenzaron a moverse juntos. Lentos, medidos. Jungkook llevaba el ritmo, pero era Taehyung quien guiaba el alma del momento. Y en medio del vaivén, Jungkook comenzó a hablar, con voz baja, disfrazada de historia ajena.
—Tengo un amigo —empezó—. Está pasando por algo complicado... dice que ha conocido a alguien que le cambió la vida, pero... no supo valorarlo en su momento.
Taehyung alzó la vista, curioso.
—¿Y qué pasó?
Jungkook tragó saliva.
—Lo perdió. Por orgullo, por miedo, por estupidez. Y ahora no sabe cómo acercarse otra vez, cómo decirle que lo siente. Que se arrepiente de cada silencio, de cada paso que no dio hacia él.
Taehyung bajó la mirada un segundo, sus dedos apretando un poco más los de su acompañante.
—Ese amigo tuyo... —dijo—. Debe ser valiente. Si ese chico que conoció fue tan importante, entonces aún puede hacer algo. No todo está perdido si lo que siente es real.
—Lo es —respondió Jungkook rápidamente, sin darse cuenta—. Él dice que ese chico... lo hace sentir en casa. Que su risa le calma el ruido, que sus ojos... sus ojos lo miran como nadie más lo ha hecho. Y que aunque fue corto el tiempo que estuvieron juntos, lo suficiente cambió dentro de él. Todo.
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: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :
FanfictionTaehyung viaja con su familia los Ángeles para ver a su abuela. Su hermano mayor Jimin, está contentísimo pues piensa conocer a su ídolo El joven y guapo cantante Joen Jungkook . A Taehyung le parece una idea ridícula y no entiende Jimin pues , siem...
CAP 31
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