-- UNA PROMESA DE ALEGRÍA --
La luz de la mañana entraba apenas por los bordes de la cortina entreabierta, como si no quisiera molestar. El silencio era espeso en la habitación, y lo único que se oía era el leve zumbido del ventilador y la respiración pausada de Taehyung.
Sus párpados se movieron. Su cuerpo se removió despacio bajo las sábanas. Y cuando por fin abrió los ojos, la primera sensación que tuvo fue esa pesadez en el pecho. No tan asfixiante como la noche anterior, pero seguía ahí. Una tristeza callada. Una herida recién formada.
Recordó la imagen. El tweet. Las palabras.
"Nunca estuve tan feliz como contigo, princesa."
Y esa chica entre sus brazos.
No supo cuánto tiempo se quedó mirando el techo, simplemente sintiendo. Dejando que el nudo en su garganta se disolviera poco a poco con el pasar de los minutos. Se sentía como cuando uno despierta de una pesadilla: desorientado, drenado, pero también... con un poco de claridad.
Se levantó sin prisa, caminó hasta el baño, se lavó el rostro con agua fría y se miró al espejo. Tenía los ojos un poco hinchados, pero aún así, ahí estaba. Él. Taehyung. Con todo y sus cicatrices, con todo y sus dudas. Seguía siendo él.
Bajó a la cocina y preparó lo único que su cuerpo quería: cereal con yogurt natural y un puñado de fresas recién lavadas. Se sentó en el mesón y comió en silencio, dejando que el dulzor suave y el frescor de las frutas lo reconfortaran.
Y entonces, mientras masticaba lentamente, como si el sabor trajera palabras consigo, lo pensó con total honestidad:
-Minho ya no vale la pena.
Lo dijo en voz baja, como si el silencio necesitara escucharlo.
Lo repitió una vez más, esta vez con más firmeza:
-No vale la pena seguir pensando en alguien que no pensó en mí.
Dejó la cuchara en el bowl y respiró hondo.
No sabía cuánto tardaría en sanar, pero sí sabía que no podía seguir dejando que alguien que ya no estaba, definiera su presente. Se lo debía a él. A la versión que estuvo rota, a la que luchó por amar, a la que fue engañada. Esa versión merecía que él eligiera avanzar.
Poco después, los pasos suaves de su abuela lo sacaron de su pensamiento.
-Buenos días, niño bonito -saludó ella con su voz dulce, acariciando su cabello como cuando era pequeño.
-Buenos días, abuela.
Jimin apareció con el cabello despeinado, arrastrando los pies y sobándose los ojos.
-¿Tae...? ¿Dormiste mejor?
Taehyung asintió con una sonrisa ligera.
-Sí. Mucho mejor, en serio.
La sonrisa de Jimin fue inmediata, genuina, como si esas palabras le hubieran quitado un peso invisible de encima.
-Me alegra, en serio. Te mereces descansar.
-Y hoy vamos a salir -dijo la abuela entusiasta, palmeando sus manos-. Seujun nos invitó a un desayuno y luego a caminar por el centro. Quiero que me acompañen los dos.
-Yo paso -respondió Taehyung con una mueca divertida, tomando su bowl vacío-. Necesito un día tranquilo. Sin tacones, ni tiendas, ni historias románticas de mayores.
Jimin soltó una risa, pero antes de apoyar su decisión, fue atrapado por la mirada seria de la abuela.
-¡Tú sí vas! No vas a dejarme sola con Seujun, necesito un escudo humano -dijo en broma, jalándolo suavemente hacia las escaleras-. Arréglate. Y ponte algo decente, nada de pijamas con dibujos.
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: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :
FanfictionTaehyung viaja con su familia los Ángeles para ver a su abuela. Su hermano mayor Jimin, está contentísimo pues piensa conocer a su ídolo El joven y guapo cantante Joen Jungkook . A Taehyung le parece una idea ridícula y no entiende Jimin pues , siem...
