CAP 30

27 1 0
                                        

---- EN BUSCA DE AMOR  ----


--- TAEHYUNG ---

El sol se filtraba con descaro entre las cortinas a rayas de su habitación, lanzando destellos dorados sobre su rostro aún somnoliento. Taehyung frunció el ceño, girando sobre su costado con la esperanza de volver al sueño... pero no duró mucho.

—¡¡TAEHYUNG DESPIERTA, NOS VAMOS A MORIR, ES TARDE!! —rugió una voz que se sintió como una bomba cayendo sobre su cama, o mejor dicho, literalmente cayendo sobre su cama.

Un peso se le vino encima. Brazos, piernas, un grito, y el perfume dulzón de Jimin mezclado con pánico matutino.

—Agh... ¿¡Qué…!? —Taehyung forcejeó contra la avalancha humana que era su hermano—. ¿Es un terremoto? ¿Un incendio? ¿Un apocalipsis zombie?

—¡Es peor! ¡¡SE ME HIZO TARDE!! ¡¡No tengo nada para el baile!! ¡¡El baile, Tae!! ¡¡Tú prometiste ir conmigo!! ¡¡Dijiste que irías!!

Taehyung abrió un ojo, aún medio pegado por el sueño, y parpadeó. ¿Qué día era? ¿Martes? ¿Jueves? ¿El fin del mundo? ¿Ya estaban casados Jimin y su traje?

—¿Te estás casando con tu traje o qué? —masculló sin moverse.

—¡Tae, no te hagas el gracioso! ¡¡Levántate, tenemos que buscar un outfit perfecto! ¡No, mejor dicho, icónico!

—Dios... —gruñó—. ¿Qué no podías ser un hermano normal y no un influencer fashionista en crisis?

—¡Cállate y levántate, no hay tiempo! —y Jimin lo sacudió como si fuera un biberón.

Finalmente, resignado a su suerte, Taehyung se incorporó como alma en pena y se frotó la cara. El día apenas comenzaba, y ya se sentía como si estuviera atrapado en un reality show sin cámaras.

Después de ducharse y vestirse —con Jimin gritando desde el baño contiguo sobre combinaciones de colores, cortes de chaqueta y el concepto de “estética romántica rebelde”— ambos bajaron a desayunar.

En la cocina, sus padres los esperaban con pan recién hecho, huevos revueltos y jugo de naranja. El desayuno supo a hogar. Entre bromas, mordiscos y los regaños de su madre porque Jimin derramó leche mientras pensaba en corbatas, el ambiente fue cálido y perfecto. Taehyung incluso se permitió olvidar por unos minutos ese nudo extraño que llevaba dentro desde hacía días. Desde… desde cierto mensaje. Desde cierta frase.

«Nadie debería ser señalado por elegir amar a alguien.»

Sacudió la cabeza. No. No era el momento.

—¿Van a estar fuera todo el día? —preguntó su padre, con el periódico a medio leer.

—Sí, tenemos una misión —declaró Jimin como si fueran agentes secretos—. Y necesitamos un milagro de la moda.

—Solo no se endeuden por un pantalón —comentó su madre, negando con una sonrisa.

Ambos rieron, se despidieron con besos rápidos y salieron rumbo al centro comercial.

--- UN CAMINO DESPUÉS ---

—¡Tae, apúrate! ¡Vamos a esa tienda de allá! ¡No, a esa otra! ¡Esa tiene luces moradas, debe tener buen gusto!

Taehyung apenas podía seguirle el paso. Jimin era un torbellino con piernas. Un torbellino emocionado, dramático y bastante ruidoso. Pero adorable.

—¿Qué te hace pensar que una tienda con luces moradas es garantía de estilo? —preguntó Tae con una ceja levantada.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Donde viven las historias. Descúbrelo ahora