: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 24

- EN QUE ME PERDÍ -

El motor del pequeño auto rosa vibraba con un sonido más agudo del que Jungkook hubiera tolerado en cualquier otra situación, pero en ese momento, mientras dejaban atrás la playa a toda velocidad y las siluetas de los paparazzis comenzaban a desaparecer por el retrovisor, poco importaba. Iban encorvados, casi escondidos dentro del vehículo, con los vidrios a medio subir y las gafas oscuras sobre el rostro de Taehyung, que parecía estar disfrutando más de lo que debería.

Jungkook mantenía la mirada en la carretera, maniobrando como podía ese auto diminuto que parecía una caja de juguete comparado a su preciado automóvil negro.

Taehyung giró un poco la cabeza hacia él, aún con el pañuelo cubriendo su cabello y las gafas calzadas con descaro en su rostro afilado.

-¿Esta vez cuánto tiempo voy a tener que acompañarte? -preguntó con tono desenfadado, dejando caer la cabeza contra el respaldo con una media sonrisa.

Jungkook soltó un leve suspiro, sin dejar de mirar hacia el frente.

-Hasta que los paparazzis se hayan ido de la playa -respondió con seriedad-. Después podrás regresar con Jimin.

Taehyung asintió despacio, casi como si no le molestara tanto el hecho de estar secuestrado en un auto color chicle con una celebridad que lo tenía todo, excepto sentido común.

El silencio se instaló apenas unos segundos antes de que Jungkook lo rompiera con un leve giro de cabeza hacia él.

-Devuélveme mis gafas.

-¿Qué? -Taehyung alzó una ceja, fingiendo sorpresa-. No.

-Taehyung -Jungkook frunció el ceño con un dejo de fastidio, aunque la sonrisa amenazaba con asomar-. Solo te las presté para que nadie te reconociera.

-Pues ahora me gustan. Me quedan bien, ¿no lo crees? -dijo encogiéndose de hombros, girando un poco el rostro para mostrarle el perfil con exageración.

-Devuélvemelas y luego te las regalo si tanto te gustan -respondió Jungkook, algo resignado.

Taehyung dejó escapar una risita por lo bajo, antes de llevarse una mano al pecho de forma dramática, alzando el rostro como si estuviera por desmayarse.

-¡Oh Dios! Jeon Jungkook, el famoso cantante, me regalará sus gafas -exclamó en tono agudo, imitando a una fan desquiciada-. Yo, Kim Taehyung, tengo unas gafas originales de Jeon Jungkook, usadas por el mismísimo Jungkook. ¡Qué emoción! Estoy a punto de desmayarme. Nadie me lo creerá...

Jungkook no pudo evitar soltar una carcajada, entre avergonzado y divertido, mientras negaba con la cabeza. Esa voz chillona, el temblor fingido en las manos de Taehyung, el teatro exagerado... todo era tan ridículo y tan él, que era imposible no sonreír.

-Cállate... -murmuró con una sonrisa rendida.

Y en un rápido movimiento, mientras Taehyung aún seguía en su performance, Jungkook le quitó las gafas de un tirón. Taehyung abrió la boca fingiendo indignación, pero sus ojos brillaban con picardía.

-Abusivo. Las quiero de vuelta, eh.

-Después -replicó Jungkook, colocándoselas él mismo de nuevo-. Cuando no me estés robando cosas.

-Por cierto -dijo Jungkook después de unos minutos, con el rostro relajado mientras giraba por una calle más tranquila-, ¿qué tal te está pareciendo la ciudad de Los Ángeles?

Taehyung desvió la vista hacia la ventana, observando las palmeras que bailaban con el viento y los edificios bañados por el sol californiano. No tardó en encogerse de hombros.