: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 03

-- FLASH, ESCÁNDALO Y CÁMARAS --

La música retumbaba por las paredes mientras las luces de colores giraban como si compitieran con las estrellas allá afuera.

Jeon Jungkook, con una gorra baja sobre la cabeza y una chaqueta de mezclilla sobre una camiseta negra, se movía por la fiesta con pasos cautelosos, como un secreto vivo entre la multitud. A su lado, Min Yoongi le lanzaba miradas medio aburridas, medio protectoras.

—¿Estás seguro de que esto es buena idea? —murmuró Yoongi, tomando una bebida sin alcohol del bar.

—Solo quiero ser una persona normal por una noche. Bailar. Respirar. No tener cámaras metidas en la cara todo el tiempo. ¿Eso está mal? —respondió Jungkook sin mirarlo, con la mirada perdida en el gentío.

Yoongi no dijo nada más. Él sabía mejor que nadie cuánto pesaba la fama sobre los hombros de su amigo.

Y fue entonces que apareció Daniela —alta, reluciente, una sonrisa plástica que no llegaba a los ojos— caminando hacia él como si fuera la reina de la pista. Jungkook se tensó al verla.

—¡Jeon! —exclamó con falsa dulzura, abrazándolo como si fueran una pareja feliz de revista—. No me digas que olvidaste lo que es mañana...

Jungkook vaciló por un segundo. Luego suspiró.

—Tu cumpleaños...

—¡Exacto! —rió, apartándose con elegancia—. Espero que estés ahí. Ya invité a varios fotógrafos. Va a ser fabuloso, todos van a querer verte. Imágenes tuyas conmigo en mi día especial... vamos a romper internet.

—No sabía que esto era un evento de relaciones públicas —murmuró Jungkook con el ceño fruncido.

—¿No lo es todo últimamente? —respondió ella con una sonrisa envenenada—. Por cierto, quítate esa gorra. ¿Qué clase de estrella se esconde en la sombra?

Antes de que pudiera replicar, un relámpago de flashes los cegó.

Paparazzis.

Cinco, seis, tal vez más, aparecieron de la nada, empujándose entre sí por la mejor toma. Daniela sonrió, posando de inmediato. Jungkook, por el contrario, alzó las manos para cubrirse, retrocediendo.

Un paparazzi se acercó demasiado, casi golpeándolo con la cámara. Jungkook, en un acto reflejo, empujó suavemente al hombre para que retrocediera, pero el fotógrafo tropezó, cayó, y de inmediato el caos estalló.

—¡¡Jungkook lo golpeó!! —gritó alguien.

Los flashes no paraban. En menos de un minuto, la escena se había convertido en un circo mediático.

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La puerta de la mansión se cerró de golpe cuando Jungkook entró con Yoongi pisándole los talones.

—¡¿Qué demonios fue eso?! —exclamó su madre desde el pasillo.

Su padre cruzó los brazos.

—¿Crees que puedes hacer lo que quieras solo porque estás cansado? ¡Jungkook, tu carrera no se trata solo de ti!

—¡Yo solo me defendí! ¡No hice nada! —protestó él, aún agitado.