- LUCES , CAMARA Y.... DESAJUSTES -
-- CON JUNGKOOK --
Los Ángeles ardía bajo el sol de primavera como un escenario iluminado sin descanso. Era una ciudad que nunca dormía, pero no por poesía —dormir significaba detenerse, y detenerse, en Hollywood, era casi como morir. Todo se movía con urgencia: los autos en la autopista, los flashes de las cámaras, las ambiciones.
Y en medio de esa maquinaria incansable, Jeon Jungkook avanzaba como un engranaje pulido hasta el cansancio, un rostro hermoso en una industria que lo exprimía con la delicadeza de una tormenta.
Jungkook era un nombre que no necesitaba presentación. Desde adolescente, su vida había sido coreografiada, cada paso medido, cada palabra aprobada, cada sonrisa ensayada frente al espejo.
Tenía una voz que podía estremecer auditorios, una imagen que generaba suspiros colectivos, y una agenda más controlada que su propia respiración. Pero lo que la gente no veía —lo que nadie parecía querer ver— era al muchacho detrás de los focos. El que a veces se despertaba en hoteles sin saber en qué país estaba. El que se preguntaba si alguna vez volvería a caminar por la calle sin que lo siguieran.
El que tenía que ocultar quién era, lo que sentía, lo que soñaba. Lo que amaba.
Nadie sabía, por ejemplo, que Jungkook nunca se había enamorado libremente. No como quería. No de quien quería. Su agencia, sus fans, el mundo entero, esperaban otra cosa de él. Una imagen. Una mentira cuidadosamente construida. Y él, a pesar de su fama, se sentía diminuto dentro de ese personaje.
Solo. Dolorosamente solo.
Ese día, despertó con el peso de esa soledad punzando detrás del esternón. Era como una resaca emocional que no se curaba con café ni con maquillaje. Tenía entrevistas, ensayos, otra aparición pública.
Su manager le leyó la agenda mientras él masticaba mecánicamente un desayuno frío. Sonrió, asintió. Respondió con monosílabos. El equipo asumía que estaba cansado. Pero él no estaba solo cansado. Estaba al borde.
--- CON TAEHYUNG ---
Al otro lado de la ciudad, Kim Taehyung estaba abordando el avión con expresión agria. El calor pegajoso del asfalto y la cantidad absurda de gente en el aeropuerto solo alimentaban su mal humor.
Su hermano caminaba delante, emocionada, arrastrando su maleta como si estuviera a punto de entrar al mundo de sus sueños. Y quizás era cierto, pensó él. Porque para el, Los Ángeles era sinónimo de fama, música, y un tal Jeon Jungkook, a quien mencionaba con la frecuencia de un rezo.
Taehyung, en cambio, se sentía fuera de lugar. Demasiado sensible para el ruido, demasiado escéptico para el brillo falso. A sus veinte años, vivía entre páginas subrayadas de novelas románticas, melodías melancólicas en auriculares rotos, y pensamientos que no se atrevía a compartir con nadie. Especialmente el más persistente: ¿alguna vez alguien verá lo que hay dentro de mí sin que yo tenga que explicarlo?
No esperaba que este viaje cambiara nada. Estaba allí solo por obligación. Porque su hermano
lo necesitaba, porque su madre insistió, porque quería escapar —aunque fuera unos días— de su propia rutina.
El aeropuerto era un mundo completamente ajeno a Taehyung. Gente corriendo, niños llorando, voces por los altavoces que no se entendían bien, y filas... filas eternas para todo. Para el check-in, para dejar las maletas, para el café, para entrar al baño.
Taehyung miraba todo como si hubiera caído en un documental sobre el caos humano.
-¿Esto es normal? -le preguntó a Jimin mientras intentaban encontrar la puerta de embarque.
YOU ARE READING
: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :
FanfictionTaehyung viaja con su familia los Ángeles para ver a su abuela. Su hermano mayor Jimin, está contentísimo pues piensa conocer a su ídolo El joven y guapo cantante Joen Jungkook . A Taehyung le parece una idea ridícula y no entiende Jimin pues , siem...
