CAP 14

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-- CONFECCIONES A MEDIDAS --

La despedida fue más larga de lo que ambos habrían admitido. No porque hubiera palabras de por medio, sino por el silencio que compartieron al caminar de regreso.

Jungkook llevaba a Bam con la correa, pero cada cierto paso el perro volteaba a mirar a Taehyung, como si esperara que los siguiera. Taehyung solo le acariciaba la cabeza con cariño y luego alzaba los ojos por un segundo hacia Jungkook, antes de bajar la mirada.

—Nos vemos —murmuró finalmente, al detenerse en la esquina de su calle.

Jungkook asintió, sin moverse.

—Cuídate.

Taehyung sonrió apenas. Una sonrisa que no llegó del todo a sus ojos. Se alejó despacio, y cuando se dio la vuelta por completo, Jungkook sintió una punzada en el pecho.

“¿Por qué me cuesta tanto dejarlo ir?”

La mansión estaba en silencio cuando llegó, salvo por los ladridos felices de Bam al entrar corriendo. Jungkook lo siguió con calma, con el abrigo en la mano y los pensamientos agolpados en la cabeza.

Cruzó el vestíbulo y al llegar a la sala se encontró con la figura conocida de su mejor amigo, tirado en el sofá con una bolsa de papas y una libreta de letras a medio escribir en las piernas.

—Al fin —gruñó Yoongi, sin levantar la vista—. Tu perro casi me mata rascando la puerta. Pensé que alguien había entrado.

—Escapó. Lo encontré en el parque.

—¿Y por eso tardaste tanto?

Jungkook no respondió. Solo se dejó caer al sofá al lado de Yoongi, dejando que Bam se acurrucara en sus pies.

—¿Todo bien? —preguntó Yoongi tras unos segundos.

Jungkook se encogió de hombros.

—Sí… supongo.

Yoongi lo miró de reojo, notando el brillo extraño en sus ojos, como si estuviera en otra parte.

—No me mientas, Kook. ¿Qué pasa?

Hubo un largo silencio. Jungkook jugaba con el cordón de su sudadera, tenso, como si estuviera considerando saltar al vacío.

Y entonces lo soltó, de golpe.

—¿Cómo supiste que eras bi?

Yoongi parpadeó, sorprendido. Dejó la libreta a un lado y se incorporó lentamente.

—¿Perdón?

—Eso... —repitió Jungkook más bajo—. ¿Cómo lo supiste?

Yoongi se quedó observándolo. Por primera vez en años, Jungkook parecía vulnerable. Inseguro.

—¿Por qué me lo preguntas?

—Solo… curiosidad.

Yoongi frunció el ceño, pero decidió responder.

—No fue un momento exacto —dijo, en voz baja—. Fue más una secuencia. Sentimientos que no se parecían a lo que me decían que “debía” sentir. Primero pensé que era confusión, luego solo dejé de pelearlo. Me enamoré de una persona, y no de su género. Ahí lo entendí.

Jungkook tragó saliva.

—¿Y no fue... raro?

—Fue liberador —respondió Yoongi—. Aunque al principio lo negué. Me culpé. Tuve miedo de lo que pensaría mi familia, mis amigos, el mundo. Pero al final, el único que se estaba haciendo daño era yo.

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Where stories live. Discover now