: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 09

-- OTRO GOLPE, OTRO ENCUENTRO --

El día de Jungkook comenzó temprano, como de costumbre. Después de una rápida ducha fría, bajó a desayunar con la agenda mentalmente repasada: entrevistas por videollamada, ensayo con la banda, reunión con el director musical, prueba de vestuario para la próxima gira... y, para rematar, una sesión de fotos improvisada para una revista internacional.

Pero por más ocupado que estuviera, cada tanto su mente se escapaba hacia otra dirección.

Taehyung.

Una imagen suya se le aparecía como un fantasma inesperado: su ceño fruncido cuando se enojaba, la forma en que sus labios se apretaban cuando mentía, el sonido ronco de su voz cuando discutía con él... Y, más que nada, su mirada cuando lo observó desde el balcón, mientras él cantaba Hero.

Esa mirada no se le borraba. Lo ponía nervioso. Lo hacía... ¿extrañarlo?

-¿A quién miras así, Jungkook? -preguntó Yoongi con tono burlón, entrando al camarín mientras el estilista terminaba de acomodar el cabello de su amigo-. Tienes esa cara de idiota enamorado.

Jungkook bufó y lanzó una carcajada falsa.

-Estás delirando, Yoongi.

-Mmh. Claro.

Ambos sabían que no lo estaba.

Durante el break, Jungkook aprovechó para preguntarle lo que había rondado su mente desde esa madrugada.

-Oye..Me contraste que pudiste llevar al hermano del chico a su casa ¿ Verdad?.

-¿A Jimin? Sí, lo llevé -respondió Yoongi mientras removía el hielo de su café

Jungkook lo miró, curioso.

-¿Te gusta?

-¿Quién, yo? -Yoongi desvió la mirada, incómodo-. Bah... es un fan más.

Jungkook sonrió con una mezcla de burla y sospecha. Algo en la forma en la que Yoongi desvió la mirada lo delataba.

---

Al otro lado de Los Ángeles, Taehyung después del desayuno , y de la plática con su hermano -- donde le mintió fresca mente -- intentaba disfrutar de una tranquila mañana, leyendo en el jardín de la abuela mientras Jimin se maquillaba para "una salida casual". La paz no le duró mucho.

-¡Taehyung, vamos a pasear! -exclamó Jimin, entrando con gafas de sol puestas y una sonrisa forzada.

-¿Pasear? ¿Por qué?

-¡Porque sí! Porque estamos en Los Ángeles y no podemos quedarnos encerrados como dos ancianos. Vamos, solo será un rato.

Taehyung lo miró con desconfianza, pero accedió.

Montaron el pequeño auto rosa de la abuela, que, para variar, volvió a quejarse del motor al encenderlo. Recorrieron avenidas, se detuvieron por helado, caminaron por una galería de arte y luego Jimin lo convenció de caminar por una calle donde, curiosamente, sabían que a veces se veía a celebridades.

Jimin estaba buscando a Jungkook, aunque no lo decía.

-¿Y si lo encontramos? -murmuró.

-¿A quién? -preguntó Taehyung, sospechando.

-A... nadie. ¡Vamos!

Taehyung no insistió, pero su intuición ya estaba alerta.

---

Mientras tanto, Jungkook acababa de terminar una entrevista cuando su mánager lo tomó del brazo.

-Tenemos un problema. Hay fans afuera. Muchas. No podemos salir por la entrada principal.