: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 15

-- NOMBRES QUE QUEMAN --

La mansión aún olía a jazmín cuando Daniela se acomodó frente al espejo del recibidor, retocando con cuidado su maquillaje antes de marcharse. Llevaba un vestido crema que resaltaba su figura y unos tacones que hacían sonar sus pasos con elegancia sobre el mármol. Jungkook estaba a pocos pasos, apoyado en la baranda de la escalera, con Bam echado a sus pies. Observaba en silencio, con una taza de café a medio terminar entre las manos.

—¿Entonces ya te vas? —preguntó, forzando una voz neutral.

—Sí, mis padres quieren que cenemos antes de que partamos al aeropuerto. —Sonrió sin mirar atrás—. Fue lindo pasar la tarde contigo, Jungkookie.

Él asintió con un movimiento breve. Daniela se giró hacia él y, como quien cumple un ritual más que un deseo, se acercó a besarle los labios. Jungkook no se movió, pero tampoco respondió. Cuando se separaron, su expresión estaba vacía.

—¿Todo bien? —preguntó ella, un poco confundida.

—Sí, claro. Sólo estoy algo cansado.

Ella no insistió. Se despidió con un rápido gesto y cruzó la puerta con la misma elegancia con la que había llegado. Jungkook se quedó inmóvil unos segundos más antes de dejar escapar un suspiro largo, casi tembloroso. Luego bajó la vista a su perro, que lo miraba con curiosidad.

—No me mires así, Bam. Ni yo entiendo qué estoy haciendo.

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La tarde avanzó sin prisa. Jungkook se recostó en el sofá del salón principal, con su teléfono en una mano, pero sin prestar verdadera atención a la pantalla. La conversación de la noche anterior con Taehyung seguía rondándole la cabeza como una canción que no podía dejar de sonar.

Recordaba sus palabras, la forma en que le tembló la voz cuando habló de su ex, lo sincero que fue. También recordaba su sonrisa… esa maldita sonrisa cuadrada que no podía borrar de su mente.

No sabía en qué momento lo hizo, pero sus dedos se deslizaron por la lista de contactos hasta detenerse en "Taehyung el paciente". Dudó. Luego escribió un simple mensaje:

¿Estás bien hoy?

No supo por qué lo envió. No tenía sentido. O tal vez sí.

--- CON TAEHYUNG ---

Mientras tanto, en la casa de la abuela, la tarde se deslizaba entre risas. La abuela había salido con Seujun, lo que dejó la casa solo para Taehyung y Jimin. Ambos se habían enfrascado en una improvisada competencia de karaoke en la sala, usando cucharones de cocina como micrófonos y bailando entre cojines y revistas viejas.

—¡Te pasas! —gritó Jimin entre risas—. ¡¡Eso era trampa!! Tú sabías que esa canción me hace reír.

—No es mi culpa que tengas debilidad por los clásicos. —Taehyung sonrió mientras recogía una almohada del suelo.

Por unos minutos, todo era sencillo. Todo era ligero. Hasta que su celular vibró.

Taehyung no pensó mucho antes de desbloquearlo, aún con una sonrisa en los labios. Pero esta se desdibujó al instante cuando vio la notificación de Twitter. Era una foto de Minho, abrazando a una chica de cabello largo. La descripción lo golpeó más que la imagen:

"A veces uno tiene que esperar a estar con la persona correcta para entender cuánto se equivocó antes."

Sintió cómo se le helaba el pecho. El teléfono temblaba ligeramente en su mano.