Y por fin, por un instante, Taehyung sintió que podía respirar.

—¡Esta fiesta está prendiendo fuego! —gritó el animador desde el escenario, y de pronto la música hizo un quiebre, mezclándose con un beat más fuerte, más provocador.
—¡Ahora comienza lo bueno! —anunció con voz entusiasta.

Un grito colectivo estalló. Luces más bajas, música más rápida, y las personas se acercaron más unas a otras, como si la pista hubiera cobrado vida propia. La energía cambió. El ambiente dejó de ser sólo decorado para convertirse en un pulso vivo.

Taehyung giró, se dejó arrastrar por el ritmo, se rió con una chica que le ofreció su mano y luego con otro chico que lo hizo girar por instinto. No sabía quiénes eran, no lo necesitaba. El antifaz le permitía flotar en ese mar de anonimato sin culpas, sin explicaciones, sin heridas.

---

---- JUNGKOOK ----

El auto se detuvo frente a la preparatoria con una pausa pesada, como si el destino mismo respirara antes de dejarlo entrar.

Jungkook bajó del asiento,(.       ) . A su lado, Yoongi caminaba en silencio, con su estilo sobrio pero magnético, (.   )  todo con una mirada que lo decía todo sin necesidad de palabras.

—¿Listo? —preguntó Yoongi, sin girarse.

Jungkook no respondió de inmediato. Respiró hondo, cerró los ojos un segundo.
—Lo estaré cuando lo vea.

Ambos cruzaron la entrada. El ambiente cambió de golpe. Luz tenue, humo leve flotando en la pista, máscaras, risas, cuerpos danzantes, música vibrando desde el suelo hasta el techo. Era una escena cinematográfica, pero para Jungkook, era una misión.

Sus ojos recorrieron cada rincón con ansiedad contenida.

—¿Cómo esperas encontrarlo con tantas máscaras? —le susurró Yoongi, mientras tomaba un vaso de ponche sin compromiso.

—No lo sé —respondió Jungkook, sin apartar la vista del mar de gente.
—Tal vez por cómo se mueve. Tal vez por cómo me hace sentir. Pero lo reconoceré. Sé que sí.

Yoongi lo miró de reojo, sonriendo apenas.
—Estás más perdido por él de lo que crees.

Jungkook no lo negó. Porque era cierto.
Cada músculo en su cuerpo estaba en alerta. Cada latido se preguntaba si ese chico de traje negro que bailaba con una sonrisa tranquila podía ser él.
Si esa curva de cuello. Esa forma de mirar. Ese giro suave entre los brazos de alguien más…

--- TAEHYUNG ---

—Voy al baño —le dijo a Jimin, casi al oído, para hacerse escuchar por encima de la música.

Su hermano lo miró de inmediato, con esa atención protectora que tanto lo caracterizaba.

—¿Te acompaño?

Taehyung negó con una pequeña sonrisa.
—Estoy bien. No tardo.

Jimin dudó, pero lo dejó ir. Taehyung caminó entre la multitud, sintiendo cómo los sonidos quedaban cada vez más atrás conforme se acercaba al pasillo donde estaban los servicios. Allí, el ritmo del corazón era lo único que marcaba el paso. El calor de la pista se desvanecía, dejando en su lugar un frío sutil, más acorde con la soledad.

Entró al baño y, tras cerrar la puerta, soltó un suspiro contenido. Se miró un segundo en el espejo, el antifaz seguía sobre su rostro, cubriendo parte de esa mirada que a veces ni él reconocía.

Se lo quitó con calma.

Su reflejo lo observó con una mezcla de paz y cansancio. La luz blanca revelaba cada pequeño rasgo con nitidez. El cabello caía perfectamente sobre su frente, la línea de su mandíbula se tensaba apenas. Pero sus ojos… sus ojos eran dos heridas que ya no dolían, pero tampoco cerraban.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 12 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

: ~~|•  DUMB MISTAKE •|~~ :Where stories live. Discover now