—No me dejes ir... —le dijo el Taehyung del sueño—. No esta vez.
Jungkook intentó correr hacia él, pero algo lo detenía. Como si el suelo fuera agua. Como si el miedo volviera a jalarlo hacia atrás.
—¡Tae! —gritó.
Despertó jadeando.
—¿Estás bien? —preguntó Yoongi, mirándolo.
Jungkook se pasó una mano por el rostro y luego asintió.
—Sí. Solo... soñé con él.
Yoongi no dijo nada. Solo le ofreció una mirada que decía: te entiendo.
Jungkook entonces miró por la ventana y vio el cartel:
“Pueblo de Daegun— 10 km”
Cerró los ojos, tragó saliva.
—Estamos cerca —murmuró.
Yoongi pisó el acelerador con más decisión. Ya no era solo un viaje. Era un regreso. Un rescate. Una última oportunidad.
El auto seguía su marcha, avanzando por rutas menos transitadas, donde los árboles se inclinaban como si quisieran saludar a los recuerdos. A ratos, el cielo se abría en un celeste puro, y los campos dorados por el sol se extendían como lienzos eternos.
Jungkook iba recostado, con la mirada fija en la ventana. El mundo pasaba en imágenes suaves y tranquilas, pero su mente era un remolino.
—Me siento extraño —murmuró de pronto, rompiendo el silencio—. Hace años no regresaba a mis raíces.
Yoongi lo miró de reojo, sin dejar de conducir.
—¿Cuánto tiempo exactamente?
—Me fui de Corea cuando tenía siete años. Era solo un niño. Mis padres se mudaron a Los Ángeles buscando oportunidades... y bueno, ya sabes el resto —hizo una mueca—. Me convertí en la estrella dorada de las pantallas. Pero ahora, volver... no sé, me pesa diferente. Es como si esta tierra aún supiera quién soy... aunque yo no lo sepa del todo.
Yoongi sonrió con calidez, manteniendo la vista en la carretera.
—Quizá es el universo recordándote que aún tienes raíces.
Jungkook soltó una risa baja, casi nostálgica.
—Tal vez.
Luego cayó en silencio. El tipo de silencio que no incomoda, sino que invita a pensar, a dejar que los recuerdos emerjan como burbujas en un estanque quieto.
Y entonces, lo vio en su mente. Como si acabara de abrir un viejo baúl polvoriento.
Era él, con unos cinco o seis años, en uno de sus muchos viajes con sus padres se recordó a el mismo, corriendo entre los campos de un parque en las afueras de Daegun. Su madre reía a la distancia mientras él perseguía una mariposa. Pero no estaba solo. A su lado corría un niño. Uno con sonrisa de ensueño y mirada brillante.
—Vamos, ¡puedes alcanzarla! —le decía el niño—. Eres rápido, ¡como un héroe!
Jungkook rió, jadeando, y cayó al suelo. El niño se dejó caer a su lado.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Jungkook.
—Me dicen TaeTae, pero me llamo Taehyung .
¿Y tú?
—Jeon Jungkook.
—Jungkookie... —repitió el otro con un brillo en los ojos—. Suena bonito. ¿Sabes cantar?
—Un poquito —dijo, tímido.
—¡Cántame algo! Quiero escucharte.
Jungkook dudó... pero luego lo hizo. Fue la primera vez que cantó para alguien que no fuera su madre. Y cuando terminó, Taehyung le aplaudió con tanta emoción que el pequeño Jungkook sintió que había tocado el cielo.
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: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :
FanfictionTaehyung viaja con su familia los Ángeles para ver a su abuela. Su hermano mayor Jimin, está contentísimo pues piensa conocer a su ídolo El joven y guapo cantante Joen Jungkook . A Taehyung le parece una idea ridícula y no entiende Jimin pues , siem...
CAP 30
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