: ~~|• DUMB MISTAKE •|~~ :

CAP 30

Yoongi respiró hondo, asintiendo.

—Entonces, ¿qué estamos esperando?

--- UN RATO DESPUÉS ---

El paisaje de carretera comenzaba a repetirse. Campos verdes, algunas casas perdidas, árboles que se inclinaban como si quisieran escuchar sus pensamientos. El auto avanzaba constante, con el sonido bajo de la música llenando el silencio que a veces se instalaba entre él y Yoongi.

Jungkook miraba por la ventana con la cabeza recostada, las gafas de sol ocultándole los ojos pero no las emociones. El post sobre Daniela había sido un alivio, un grito de sinceridad que necesitaba lanzar, pero ni siquiera eso se comparaba con el peso que sentía dentro. El corazón le latía distinto desde que dejó ir a Taehyung.

Yoongi iba al volante, en silencio, con expresión tranquila. De vez en cuando lo miraba de reojo, como queriendo asegurarse de que su amigo seguía entero.

—¿Estás bien? —preguntó, con voz serena.

Jungkook asintió al principio, pero luego negó con la cabeza.

—No sé qué soy, Yoongi… —confesó, rompiendo finalmente el muro—. O sea, toda mi vida pensé que me gustaban solo las mujeres. Que eso era lo normal. Pero Taehyung... —hizo una pausa, respirando hondo—. Con él no fue sobre el género, fue sobre cómo me hacía sentir. Como si... como si por fin pudiera respirar.

Yoongi lo miró por un segundo más, luego volvió los ojos al camino.

—No necesitas una etiqueta, Jungkook. Solo necesitas ser honesto contigo mismo. Y si eso te llevó a amar a un chico... entonces bendito sea ese chico.

Una pequeña risa quebrada escapó de los labios de Jungkook, que ladeó la cabeza para mirar al techo del auto.

—¿Y si él ya no me quiere?

—Entonces lo luchas. Porque el Jungkook que yo conozco no se rinde.

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Un rato más tarde, ya con varias horas de viaje, decidieron parar en una pequeña gasolinera rural para estirar las piernas. El aire del pueblo era más limpio, cálido. Jungkook bajó del auto y caminó unos pasos, solo, buscando despejarse. Fue entonces cuando vio a una pareja cerca del costado del minimarket: dos chicos abrazados, riendo, compartiendo un refresco y una sonrisa cómplice. Tan naturales. Tan libres.

Se le hizo un nudo en la garganta.

Fue como una bofetada de realidad: eso podía haber sido él con Taehyung. Si no lo hubiera arruinado. Si no hubiera tenido miedo.

Se sentó en una banca junto a una planta seca y sacó su celular. Abrió la conversación con Taehyung. No había mensajes recientes, solo los antiguos. Sus dedos temblaron al comenzar a escribir:

> "No sé si esto llegue a ti, pero te extraño. Cada día, cada momento. No fui valiente, Tae. Fui un idiota. Y aún así... aún así sigo pensando en ti como si fueras mi hogar."

Lo releyó. Su corazón se agitó. Y no lo envió.

Guardó el borrador. Aún no. Tal vez cuando lo viera.

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Volvieron al auto. Jungkook se quedó dormido poco después, rendido por el cansancio, el estrés y los pensamientos que lo rondaban.

Y fue ahí cuando lo soñó.

Taehyung estaba de pie en medio del parque de diversiones vacío, con una camisa blanca ondeando al viento, mirándolo con esos ojos que siempre parecían desnudar su alma.